dieta para reducir los triglicéridos
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Por último, el kiwi, el melón, los frutos secos (como los higos y las ciruelas pasas), las nueces y las patatas son especialmente ricos en potasio. El chocolate (tanto negro como con leche) también aporta buenas cantidades.
Las verduras y las legumbres deben cortarse en trozos pequeños y las patatas deben pelarse. En ambos casos, los alimentos deben colocarse en abundante agua aún fría y hervirse durante al menos 15 minutos o hasta que estén tiernos.
Cuando piense en qué alimentos evitar con alto contenido en potasio, no olvide que este mineral también está oculto en los sustitutos de la sal, que se recomiendan para quienes quieren reducir el consumo de sodio, y en algunos aditivos.
pan y colesterol
Hablando del índice glucémico, hemos visto que para prevenir o retrasar la aparición de la diabetes mediante una dieta correcta, lo mejor es preferir los alimentos con un índice glucémico bajo.
– comerlos fríos: el almidón que los compone se vuelve menos soluble durante el enfriamiento y, por lo tanto, menos disponible, lo que reduce aún más el índice glucémico con el consiguiente menor impacto en los niveles de azúcar en sangre.
Una alternativa válida y rápida parecen ser las patatas nuevas precocinadas y envasadas al vacío que se venden en el mostrador de refrigeración del supermercado, para lavarlas y hervirlas o cocerlas en el horno [siempre para probarlas uno mismo].
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Como todos los alimentos de origen vegetal, las alcachofas de Jerusalén no contienen colesterol. 100 gramos de alcachofas cocidas aportan a nuestro organismo 2,7 gramos de fibra. Podemos comer alcachofas cocidas si queremos enriquecer nuestra dieta con fibras vegetales que contribuyan al buen funcionamiento del intestino. La CREA no enumera ningún otro valor nutricional relevante para las patacas cocidas.
En cambio, el consumo de alcachofas crudas permite que su contenido en vitaminas y minerales permanezca intacto. El USDA ha creado una tabla con los valores nutricionales correspondientes a 100 gramos de alcachofas de Jerusalén frescas y crudas.
Es importante tener en cuenta que, al igual que las alcachofas, las de Jerusalén tienden a ennegrecer las manos (por lo que es mejor pelarlas con guantes) y a ennegrecerse. En cuanto se haya limpiado, es aconsejable ponerlo en remojo en un recipiente con agua y limón antes de utilizarlo en sus recetas favoritas.
En cuanto a las combinaciones de alimentos, dado que la pataca aporta al organismo una gran proporción de hidratos de carbono, sería mejor combinarla con alimentos proteicos, aunque las legumbres podrían provocar molestos problemas intestinales (véase más adelante).
patatas al horno con índice glucémico
Según una investigación publicada en el British Journal of Nutrition en 2012, los espárragos pueden ayudar a mantener los niveles de azúcar en sangre bajo control y aumentar la producción de insulina.
Cocidas o crudas, las zanahorias son un complemento saludable para cualquier plan de alimentación. Aunque las zanahorias cocidas tienen la misma textura rica que las verduras con almidón, como las patatas, están clasificadas como verduras que se pueden comer incluso con diabetes porque no contienen muchos hidratos de carbono. Una ración de zanahorias crudas contiene unos 5 gramos de carbohidratos.
Según la Asociación Americana del Corazón, los omega-3 reducen el riesgo de arritmias (latidos anormales del corazón), que pueden provocar la muerte súbita, y los niveles de triglicéridos, disminuyendo el ritmo de crecimiento de la placa aterosclerótica y reduciendo la presión arterial.
Cada vez hay más pruebas de que las nueces pueden mejorar el control de la glucemia en la diabetes de tipo 2. En un estudio canadiense publicado en Diabetes Care en 2011, los investigadores descubrieron que las personas con diabetes tipo 2 que comían frutos secos mezclados en su dieta veían una disminución de los niveles de azúcar en sangre y de colesterol LDL (malo)3.