Poros dilatados: la alarma es para nariz, frente, barbilla y mejillas.

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Todos lo sabemos, pero recuerda: los poros son una parte esencial de nuestra piel. Se trata de glándulas sebáceas y sudoríparas pequeñas, incluso diminutas, que dan a la epidermis un aspecto hidratado y suave y que regulan la transpiración cutánea. Generalmente no son problemáticos a menos que aumenten de tamaño, es decir, se dilaten.
El problema de los poros dilatados afecta especialmente a las mujeres y la mala noticia es que cuando se abren difícilmente volverán a tener un tamaño más pequeño. Sí, porque no existe un tratamiento dermatológico y cosmético definitivo, aunque muchos productos cuentan con estas capacidades, aunque existen muchos productos que pueden ayudarte a mantener la situación bajo control, calmando la apariencia.
apuntalado de tu piel.
La dilatación de los poros puede estar ligada a diversos factores como el uso de productos cosméticos demasiado agresivos y nocivos para nuestra piel o incluso, quizás sobre todo, a una limpieza incorrecta de la epidermis. También pueden contribuir la nutrición, el envejecimiento y por tanto la pérdida de elasticidad de la piel, o una predisposición natural, que muchas veces también implica la aparición de piel grasosa, otra expresión disfuncional de los poros que producen una mayor cantidad de sebo. Advertencia: a menudo los dos problemas van de la mano, pero cabe señalar que en realidad siguen siendo dos cosas distintas.
Es el rostro el más afectado por el problema de los poros dilatados. En particular, el tan temido y odiado zona T (frente, nariz, mentón) y la zona de las mejillas. Lo que hace que todo sea realmente molesto es que son visibles y muchas veces, como consecuencia de la frecuente presencia de piel grasa, se acompañan de puntos negros.
Como se mencionó, no existen remedios comunes y definitivos para este problema. Pero es posible tomar medidas que puedan reducir el problema o incluso prevenirlo.
En primer lugar, es importante proceder siempre con una limpieza profunda del rostro, porque la acumulación de impurezas tiende a agrandar los poros en un intento de expulsarlos. La leche limpiadora, el gel exfoliante para un exfoliante eficaz pero no demasiado agresiva (mejor con extractos naturales o que contengan zinc) y los desmaquillantes deben convertirse en tus fieles compañeros de viaje, además de un buen tónico astringente.
Si tienes la piel grasa, los reguladores de sebo también pueden ayudarte a mantener bajo control el problema de los puntos negros. También es recomendable aplicar una mascarilla de arcilla una vez a la semana durante veinte minutos para hidratar y suavizar la piel.
Bueno, sí. La aspirina, o más bien el ácido acetilsalicílico que contiene, es un excelente remedio para los poros dilatados. Esta sustancia puede desinfectar y limpiar la piel a fondo. La mejor forma de utilizarlo es disolver tres en poco más de dos dedos de agua hirviendo medidos en una taza de leche; Deja enfriar la mezcla, toma un hisopo de algodón, sumérgelo en la solución y golpea la cara previamente limpia. Si esto no crea reacciones alérgicas y enrojecimiento, deja que la solución permanezca durante unos diez minutos y luego enjuaga bien.
En algunos casos, sin embargo, estos remedios son realmente ineficaces. La situación se ha degenerado hasta tal punto que solo se arriesgaría a gastar tiempo y dinero sin recibir retroalimentación. En este caso es bueno que contactes con un médico especialista, un dermatólogo, que te podrá orientar – según el caso – incluso hacia soluciones definitivas más drásticas, como la cirugía láser. En este caso, el objetivo es actuar sobre colágeno que caracteriza nuestra piel y determina así un estrechamiento de los poros.
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