¿cómo se acomoda la columna vertebral? del momento
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vértebras lumbares
Las vértebras son los huesos que forman la columna vertebral. Además de sostener el cuerpo, forman el canal por el que discurre la médula espinal. Los daños en su estructura o en la de los discos intervertebrales que los separan entre sí pueden provocar graves problemas de salud que van desde la escoliosis hasta las hernias.
Independientemente de su ubicación, todas las vértebras realizan tres funciones básicas. El cuerpo vertebral soporta el peso y resiste la compresión y la carga. Los arcos vertebrales forman el canal por el que fluye la médula espinal. Por último, las apófisis transversas sirven de puntos de unión para los músculos.
patologías de la columna vertebral
Además de su función de soporte, la columna vertebral tiene también una función protectora (las vértebras impiden que los golpes o las vibraciones dañen la médula espinal) y una función motora (gracias a sus articulaciones, la columna vertebral permite que la cabeza se mueva en el espacio, que el cuerpo se incline hacia delante y se extienda en sentido contrario, que se flexione y rote).
La médula, de sección elíptica y aplanada dorso-ventralmente, a pesar de la evolución que lleva a una cefalización progresiva de los organismos, sigue constituyendo la mayor parte del sistema nervioso.
Los puntos de articulación entre las vértebras son esencialmente tres: anteriormente, entre un cuerpo y otro, hay un disco biconvexo, llamado disco intervertebral, constituido casi enteramente por fibrocartílago, excepto en la parte central, en la que se encuentra el llamado núcleo pulposo, la estructura axial del embrión; posteriormente a la raíz de las dos apófisis transversas hay dos caras articulares simétricas, de tipo sinovial, en contacto con eminencias correspondientes de la vértebra inmediatamente superior a la considerada.
columna vertebral
1. Para los hombros y el cuello: partiendo de una posición de pie, apoye la espalda en la pared y, con los brazos a los lados, doble las piernas a 90° hasta quedar casi “sentado”. Mantenga esta posición durante 20 o 30 segundos antes de volver a la posición original, de pie. Repite unas diez veces.
2. Para la espalda: túmbate boca arriba con los brazos a los lados, intenta mantener toda la parte baja de la espalda en el suelo, dobla una pierna, utiliza el brazo contrario para subirla hasta el pecho y gírala hacia abajo en la misma dirección que la pierna doblada (si levantas la pierna derecha, utiliza el brazo izquierdo y viceversa). Mantén la posición durante 30 segundos y repite con el otro lado.
3. Para la columna vertebral: de espaldas, con el dorso de los pies apoyados en el suelo, los codos y los antebrazos en el suelo, el abdomen en el suelo, levante la cabeza y la parte superior del cuerpo hacia arriba, dejando la pelvis pegada al suelo. Empuja ligeramente hacia delante con las manos en la colchoneta, y sentirás que la parte superior del cuerpo se eleva más. Mira hacia delante y fíjate en un punto concreto, mantén la posición durante 5 respiraciones: recuerda mantener las manos, las muñecas y los antebrazos firmemente pegados al suelo. Repite esto durante 4 veces consecutivas.