Ciclo menstrual de 21 días
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El revestimiento del útero, el endometrio (revestimiento uterino), se engrosa hasta los 2-3 mm como resultado del aumento de estrógenos. Después de la ovulación, este revestimiento cambia para prepararse para una posible concepción e implantación del óvulo fecundado para iniciar un embarazo (se engrosa hasta 5-6 mm, se enriquece con capilares y depósitos de lípidos y glucógeno debido al estímulo de la progesterona). La hormona progesterona aumenta después de la ovulación y alcanza su punto máximo poco después.
Diagrama temporal del ciclo menstrual a – folículo b – folículo maduro c – ovulación d – cuerpo lúteo e – albicans H O – histología ovárica T – temperatura corporal O L – hormona luteinizante O P – hormona progesterona O E – hormona estradiol O F-S – hormona estimulante del folículo F – fase folicular O – ovulación L – fase lútea M – menstruación E – histología endometrial
Varias mujeres también han informado de la aparición del endometrio como tejido mezclado con sangre. Una enzima llamada plasmina, contenida en el endometrio, tiende a inhibir la coagulación de la sangre (implementa la fibrinolisis). Debido a esta pérdida de sangre, las mujeres tienen una mayor necesidad de hierro que los hombres. Muchas mujeres experimentan calambres uterinos, también llamados dismenorrea, durante este periodo.
Días del ciclo menstrual
Durante el ciclo menstrual, cada mes se producen una serie de procesos y cambios en los ovarios y el útero, que sirven para preparar el cuerpo para una eventual fecundación y embarazo, y son por tanto esenciales para lograr la función última del sistema reproductivo: la creación de una nueva vida.
De hecho, el propósito fundamental del ciclo menstrual es hacer madurar el óvulo (gameto femenino) y preparar un “entorno” adecuado para su eventual implantación. Los procesos fisiológicos que tienen lugar durante este periodo preparan, por tanto, el inicio de un posible embarazo, en caso de que se produzca la fecundación del óvulo por un espermatozoide de origen masculino.
Para calcular la duración del ciclo, hay que tener en cuenta el periodo comprendido entre el primer día en que aparece el flujo menstrual (día 1 del ciclo) y el día anterior al inicio de la siguiente menstruación.
Si una mujer tiene ciclos regulares, un ovocito (uno por cada ciclo menstrual) tarda una media de 14 días en madurar y, bajo estímulo hormonal, escapar del folículo que lo contiene y entrar en la trompa. Desde aquí, el óvulo inicia su viaje hacia el útero, donde anidará si, en su camino, es fecundado por un espermatozoide.
Fases folicular y lútea
Cada mes, el ovario hace madurar un óvulo y lo libera durante un proceso llamado ovulación. Al mismo tiempo, las hormonas sexuales femeninas preparan la mucosa que recubre el útero (endometrio) para un posible embarazo.
La fase folicular (o preovulatoria) comienza el primer día del flujo menstrual, que corresponde al primer día del ciclo, y termina el día anterior a la ovulación. Durante este periodo, los niveles de hormonas estrogénicas producidas por el ovario aumentan gradualmente en la sangre y provocan importantes cambios en el ovario y en la membrana mucosa del interior del útero (endometrio), que se repiten cada mes a lo largo de la vida reproductiva de la mujer.
Durante los primeros 5-6 días del ciclo, que corresponden al flujo menstrual, el endometrio se rompe y las venas y arterias que se encuentran debajo crean un flujo de sangre mezclado con el tejido que se desprende de la base de la mucosa uterina. Cuando finaliza la menstruación (por término medio, del día 6 al 14), el endometrio se engrosa y se prepara para recibir un posible óvulo fecundado por un espermatozoide. Al mismo tiempo, los estrógenos del ovario provocan el crecimiento de los folículos, pequeñas vesículas que contienen óvulos. Generalmente, sólo un folículo alcanza la plena madurez cada mes.
Fases del ciclo menstrual y estado de ánimo
El pico de estrógenos en la sangre es detectado por el hipotálamo que, a través de un neurotransmisor, inhibe a la hipófisis de producir FSH (retroalimentación negativa) y la estimula (retroalimentación positiva) a la secreción brusca de la hormona LH (luteinizante).
La progesterona favorece y estimula al endometrio (en promedio del día 16 al 23) para que alcance su máximo grosor y complete su maduración para recibir y nutrir al eventual óvulo fecundado (fase progestábrica o secretora).
Esto es para mantener las condiciones ideales en el útero para que el embarazo continúe. La progesterona también inhibe la secreción de FSH por parte de la glándula pituitaria y, por lo tanto, impide que se produzca una nueva ovulación durante el embarazo.
La fase folicular, la fase ovulatoria y la fase lútea conforman el ciclo ovárico, mientras que la fase descamativa, la fase proliferativa y la fase secretora conforman el ciclo endometrial (o menstrual).