Ácidos grasos esenciales
También se encuentra en alimentos como: la leche, la fruta, las verduras, la carne, el pescado; pero como resultado de todos los tratamientos a los que se someten estos alimentos, pierden el nivel real de MSM que el cuerpo necesita para mantener un buen estado de salud.
Cada día, sin darnos cuenta, estamos expuestos a múltiples fuentes de contaminación: industrial, atmosférica, ambiental, alimentaria, del agua, electrosmog. Las sustancias tóxicas entran silenciosamente en nuestro cuerpo, se acumulan y liberan moléculas perjudiciales para nuestras estructuras celulares: metales pesados y radicales libres. Leer más
Las proteínas son uno de los siete elementos esenciales para las funciones vitales normales, junto con el agua, los hidratos de carbono, los lípidos, los minerales, los oligoelementos y las vitaminas. Las proteínas están presentes en todos los tejidos, no sólo en los músculos como piensan muchos deportistas, sino que también se encuentran en la piel, las uñas y el cabello.
Cuando el ácido ascórbico se toma como una molécula sintética, naturalmente no se recibe ninguna vitamina P. De hecho, los investigadores han observado muchas situaciones de escasa eficacia cuando las dos sustancias no se toman juntas. Leer más
Omega 3, 6 9 para qué sirven
Durante el Paleolítico, el Homo sapiens utilizaba la caza, la pesca y la recolección como principales fuentes de alimentación[11], alternando las plantas silvestres (frutos, semillas, raíces, tubérculos, setas) con las proteínas animales (carne, pescado, insectos, moluscos, crustáceos).
La dieta humana depende en gran medida de la cultura y el entorno de cada población, incluidos pueblos como los inuit, que son prácticamente carnívoros, y vastas franjas de poblaciones tropicales que son casi vegetarianas.
Hay una serie de trastornos que se caracterizan por una alteración del comportamiento alimentario normal, con síntomas que van desde la ingesta excesiva y/o incontrolada de alimentos hasta el rechazo a comer. Muchos de estos trastornos están reconocidos como trastornos mentales, entre ellos:
Relación omega 3 omega 6
La dieta, entendida como “el conjunto de nutrientes ingeridos libremente por el hombre o un grupo étnico para satisfacer las necesidades alimentarias”, también desempeña un papel importante en muchas enfermedades dermatológicas.
En la actualidad, la dieta se estudia bien como factor de riesgo, por ejemplo cuando es deficiente, excesiva o desequilibrada, o bien como una verdadera terapia que puede utilizarse para mejorar o sustituir parcialmente las terapias farmacológicas.
Si tenemos en cuenta los efectos de una dieta excesiva, como el aumento de peso y la alteración de los parámetros sanguíneos (por ejemplo, la glucemia, el colesterol y los triglicéridos), también denominados síndrome metabólico, podemos identificar comportamientos útiles para reducir o eliminar las consecuencias negativas sobre las enfermedades dermatológicas.
Los hidratos de carbono son la principal fuente de energía del cuerpo humano. Están presentes en diversos alimentos como frutas y verduras, cereales, pasta, leche, queso fresco, frutos secos, legumbres, etc.
Entre los lípidos, las grasas monoinsaturadas (aceite de oliva) y las poliinsaturadas (aceite de maíz, aceite de girasol, semillas) son preferibles a las grasas saturadas (grasas animales, embutidos, mantequilla, productos lácteos), que provocan cambios en los valores de colesterol y triglicéridos en la sangre.
Omega 3 cómo tomarlos
Fue aislado por primera vez en 1886 por los químicos alemanes Schultz y Steiger a partir de semillas de altramuz. La llamaron con el nombre griego argiros, que significa “plata”, por su aspecto de cristal de plata bainchus.
La importancia de la arginina gira en torno a la producción de óxido nítrico (NO), una molécula clave en el funcionamiento del sistema cardiovascular, cuya identificación le valió el Premio Nobel de Medicina de 1988 al químico Louis Ignarro, hijo estadounidense de emigrantes italianos.
En función de la disposición de los grupos alrededor del carbono alfa, los aminoácidos pueden adoptar dos configuraciones espaciales diferentes, cada una de las cuales es un espejo de la otra (como un par de guantes o de zapatos): D (dextrógiro) y L (levógiro).
Se han encontrado algunos D-aminoácidos en la estructura proteica de organismos de aguas profundas, en las paredes celulares de las bacterias y en el veneno de algunos moluscos, y unos pocos D-aminoácidos también se encuentran en las neuronas del cerebro de los mamíferos (incluidos los humanos) y parecen desempeñar un papel en la neurotransmisión y la neurodegeneración.