Síndrome del intestino irritable – cura definitiva
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En particular, incluye la flora bacteriana: aproximadamente 400 especies bacterianas, tanto anaerobias (bifidobacterias), localizadas principalmente en el colon, como aerobias (lactobacilos), concentradas sobre todo en el intestino delgado. También incluye micetos (hongos), clostridios (bacterias) y virus.
La población bacteriana también produce sustancias antimicrobianas, gracias a las cuales impide la adhesión de patógenos y previene los principales trastornos gastrointestinales (colitis, diarrea, estreñimiento, etc.).
Estos criterios, definidos por una comisión internacional para definir el diagnóstico y guiar el tratamiento de los trastornos gastrointestinales funcionales, establecen que las personas que padecen esta patología son aquellas que tienen dolor abdominal presente al menos una vez a la semana durante los tres meses anteriores y asociado a cambios en la frecuencia de la defecación, la forma y la consistencia de las heces.
El tratamiento farmacológico del síndrome del intestino irritable implica el uso de medicamentos antiespasmódicos y antidepresivos, pero -como se ha mencionado anteriormente- debe calibrarse en función de los síntomas.
Antiinflamatorios para intestinos inflamados
Basta con verter unas gotas en el bajo vientre y masajear suavemente con las manos en el sentido de las agujas del reloj. La esencia de lavanda penetra rápidamente en los tejidos subyacentes y, gracias a su acción relajante, reduce los espasmos y las contracciones y, por tanto, también el dolor.
Este es un consejo desapasionado que puedes seguir o no, simplemente es cuestión de probar, ya que no se trata de comprar suplementos, ni productos varios, sino simplemente de variar tu dieta durante unos días.
Entre la comida basura añadiría los chicles, los caramelos, las bebidas adelgazantes y todos esos productos que se hacen pasar por “dietéticos” y que contienen edulcorantes, como la fructosa, que pueden fermentar y provocar la formación de gases indeseados.
Los remedios naturales que he enumerado pueden ser muy útiles para reducir los síntomas relacionados con el síndrome del intestino irritable. En particular, vientre hinchado, dolor abdominal, diarrea y, en cierta medida, estreñimiento.
Intestino inflamado remedios de la abuela
Hay algunos estudios en curso, pero las causas del síndrome del intestino irritable siguen siendo imprecisas. Se cree que puede deberse a una falta de comunicación entre el cerebro, las fibras nerviosas que inervan los intestinos y los músculos intestinales.
Los síntomas típicos del SII son hinchazón abdominal, meteorismo, estreñimiento, diarrea frecuente, dolor abdominal y mucosidad en las heces. Desgraciadamente, todavía no existe una prueba diagnóstica específica para esta enfermedad, por lo que primero hay que descartar otras disfunciones (los síntomas son comunes a varias enfermedades intestinales).
En la actualidad, el tratamiento del SII sólo trata los síntomas, pero en el futuro se espera poder identificar la causa del síndrome del intestino irritable. Mientras tanto, existen varios suplementos naturales para aliviar los síntomas. Descubramos los mejores antiinflamatorios naturales.
La planta y las flores de la malva son ricas en mucílagos, sustancias beneficiosas para el organismo y especialmente para el sistema digestivo. De hecho, los principios activos de la malva son especialmente útiles para los problemas relacionados con las mucosas.
Intestino inflamado qué comer
Entre las numerosas pruebas a favor de la eficacia de este remedio, me gustaría mencionar un estudio aleatorizado y a doble ciego publicado en Digestive and Liver Disease: cuatro semanas de tratamiento con aceite esencial de menta administrado por vía oral provocaron una reducción del dolor abdominal, una mejora del tránsito intestinal y una disminución del meteorismo.
Las principales contraindicaciones para el uso interno del aceite esencial de menta son las personas con enfermedad de reflujo gastroesofágico o hernia de hiato, especialmente si se utilizan formulaciones no resistentes a los gases.
El tratamiento periódico con enzimas lácteas (o probióticos) es una estrategia defensiva importante en la colitis. En el síndrome del intestino irritable, la flora bacteriana residente en el intestino corre con frecuencia el riesgo de verse comprometida, tanto cualitativa como cuantitativamente. La ingesta de probióticos parece indispensable para reequilibrar la microbiota intestinal.