La mayoría de las 7.000 islas de Filipinas dependen de las velas, la parafina o las lámparas a pilas como principales fuentes de luz en sus hogares. La lámpara de sal, del ingeniero Lipa Aisa Mijena, ofrece una posible alternativa. Mijena forma parte del departamento de ingeniería de la Universidad de La Salle y es miembro de Greenpeace Filipinas. Está muy comprometida con el bienestar de las comunidades desfavorecidas de Filipinas. La idea de la lámpara de sal se le ocurrió cuando pasó un tiempo con la tribu Butbut, que necesitaba una lámpara sostenible y ecológica para las personas que viven sin acceso a la electricidad.

La lámpara es respetuosa con el medio ambiente -no emite gases nocivos- y está fabricada de forma ética. Rentable y sostenible, funciona con una simple solución salina: un vaso de agua mezclado con dos cucharadas de sal permite obtener ocho horas de luz. La lámpara funciona incluso con agua del mar.

El electrodo de la lámpara puede durar hasta un año, dependiendo del número de horas diarias que se utilice. Los elementos naturales que alimentan la lámpara significan que es una alternativa completamente segura a las lámparas de aceite, que suelen ser la causa de los incendios domésticos en Filipinas.

Cómo hacer tu propia lámpara de agua y sal casera

 

 

Quizá te interese  ¿Cómo se reclina una silla de escritorio?