Recubrimiento de zinc

El acero galvanizado en caliente (HDG) se somete a un proceso especial que le proporciona la mejor protección disponible contra los agentes corrosivos del medio ambiente y las temperaturas extremas. Del mismo modo que el acero HDG no se corroe cuando está expuesto a la lluvia y la nieve, también resiste bien el calor y el frío extremos.

Esto se debe a que el proceso de galvanización del acero no se limita a cubrirlo con una capa de zinc. También forma una capa de una aleación de hierro y zinc justo debajo de la capa de zinc que proporciona al acero que hay debajo una protección galvánica aún mayor. Incluso si algo fundiera o desgastara la capa superior de zinc, esta capa también protege al acero de la corrosión. Pero, ¿cuáles son exactamente las temperaturas extremas altas y bajas para mantener el acero galvanizado en buen estado?

Los expertos coinciden en que la temperatura ambiente máxima para mantener la integridad estructural del acero HDG es de 392° F, o 200°.C. Si el acero HDG se calienta a temperaturas superiores a 392°.F, su capa exterior de zinc comienza a desprenderse.

Galvanización en caliente

El acero galvanizado está en todas partes, en toda una variedad de industrias como la carretera, el ferrocarril, las plantas de energía, el petróleo y el gas, la agricultura, el agua y los residuos y los deportes y el ocio. Puede desempeñar un papel importante en edificios, puentes, fachadas, pórticos de señalización, puertas, balcones e incluso esculturas. Siempre que exista riesgo de corrosión del acero, debe utilizarse el galvanizado.

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En las zonas interiores del Reino Unido e Irlanda, un revestimiento galvanizado puede deteriorarse a menos de una micra por año, lo que le confiere una longevidad increíble. Incluso en entornos costeros, un revestimiento de 85 micras puede ofrecer una esperanza de vida de 30 años o más.

Varios estudios han demostrado los elevados costes económicos y medioambientales asociados al mantenimiento repetido de la pintura de las estructuras de acero. Estas cargas pueden reducirse significativamente mediante una inversión inicial en protección a largo plazo. La falta de atención a la protección óptima contra la corrosión puede dejar un legado económico perjudicial de costes de mantenimiento repetidos.

En los proyectos de viviendas sociales, los futuros costes de mantenimiento correrán a cargo de las autoridades locales. En los proyectos de infraestructuras públicas, el uso de acero galvanizado permite reducir los presupuestos de mantenimiento, liberando fondos públicos para otros fines.

Galvanización en frío

Preparación de la superficie: Para obtener un galvanizado en caliente de alta calidad, el acero debe prepararse adecuadamente antes de sumergirlo en un baño de zinc fundido. Durante la fase de preparación de la superficie, el material se somete a un proceso de desengrasado/limpieza con cáusticos, decapado y fundido.

Fundido: En la última etapa de preparación de la superficie, se eliminan los óxidos restantes en una solución de cloruro de amonio de zinc y se deposita una capa protectora sobre el acero para evitar que se formen más óxidos antes del galvanizado.

Galvanización: Tras la preparación de la superficie, el acero se sumerge en un baño de zinc fundido. La caldera de zinc contiene al menos un 98% de zinc puro y se mantiene a una temperatura de entre 815º-850º F (435º-455º C). Mientras el acero está sumergido en la caldera, el zinc reacciona con el hierro del acero para formar una serie de capas de aleación de zinc-hierro unidas metalúrgicamente con la capa superior final 100% de zinc.

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Inspección: El proceso de inspección del acero galvanizado es bastante sencillo. El zinc no reacciona con el acero sucio, por lo que una inspección visual del producto proporcionará una buena evaluación de la calidad del revestimiento. También se realizarán pruebas de espesor del revestimiento y de cumplimiento de las normas ASTM.

Espesor de revestimiento En iso 1461

El galvanizado en caliente es el proceso de sumergir el hierro o el acero en un baño de zinc fundido para producir un revestimiento multicapa resistente a la corrosión de aleación de zinc-hierro y zinc-metal.    Mientras el acero está sumergido en el zinc, se produce una reacción metalúrgica entre el hierro del acero y el zinc fundido.    Esta reacción es un proceso de difusión, por lo que el revestimiento se forma de forma perpendicular a todas las superficies creando un espesor uniforme en toda la pieza.

El proceso de galvanización en caliente (Figura 1) se utiliza desde 1742, proporcionando una protección contra la corrosión duradera y sin necesidad de mantenimiento a un coste razonable durante décadas. Aunque el galvanizado en caliente se ha utilizado para proteger el acero durante generaciones, el proceso de galvanizado sigue evolucionando con nuevas tecnologías y productos químicos creativos.    Los tres pasos principales del proceso de galvanizado en caliente son la preparación de la superficie, el galvanizado y el postratamiento, cada uno de los cuales se analizará en detalle. El proceso es intrínsecamente sencillo, lo que supone una clara ventaja sobre otros métodos de protección contra la corrosión.