En otoño solemos sentirnos propensos a la fatiga, la somnolencia o el mal humor. Veamos cómo la naturaleza puede enfrentarse a nosotros y cuáles son las buenas prácticas diarias a seguir como remedio contra el cansancio y el cansancio otoñal.

Con el final del verano y la llegada deOtoño, el cuerpo humano se pone a prueba, los días se acortan y la oscuridad prevalece sobre la luz. El calor del verano ya está lejos y una brisa fresca envuelve nuestros días. Es en este período de transición que escuchamos sobre personalidades meteoropáticas.

Mujer con fatiga otoñal

Allí meteoropatía es ese conjunto de cambios humorales y físicos que ocurren en el cuerpo a medida que varían las condiciones atmosféricas. Los cambios de humor, el cansancio, el insomnio, la irritabilidad, la depresión, la disminución del deseo sexual son algunos de los posibles síntomas y a menudo se asocian con el deseo de comer, un alimento reconfortante que conduce a un aumento de peso.

Fatiga otoñal: afronta los días con más energía con remedios naturales

Luz de sol: pasar tantas horas como sea posible al sol ayuda a contrarrestar la caída de luz propia de los meses fríos y a combatir los síntomas de la depresión, quizás con paseos cortos.

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Baños calientes con aceites esenciales: añade al baño unas gotas de aceite esencial de lavanda y limón para mimarte y regenerarte, encontrando una mayor serenidad.

Una cena ligera: no te atracones por la noche, pero haz una comida ligera y asegúrate de haber digerido antes de acostarte.

No llegues tarde: mime a su cuerpo que en este momento en particular necesita adaptarse a los cambios estacionales, vaya a dormir temprano.

Mantén tu piel hidratada: Utilice aceites como el de almendras o albaricoque para evitar la sequedad de la piel y masajee la piel para favorecer la circulación.

Cómo lidiar con el cambio de hora

El motivo más común del inconveniente es la dificultad de adaptarse al nuevo horario de apertura. dormir. Esto es percibido un poco por todos, pero es más evidente en quienes ya padecen insomnio, con dificultad para conciliar el sueño o dificultad para despertar. Yo también’ansiedad y el depresión son síntomas relacionados con el cambio de época que, también en este caso, se dan en mayor forma en quienes lo padecen incluso durante el año.

El resto entre el horario de verano y el horario solar.

Allí estrategia más efectivo es actuar sobre dormir, que es un biorregulador natural: quienes tienden a dormir tarde deben anticipar el descanso, mientras que quienes se acuestan temprano deben mantener intacto su biorritmo, para ganar una hora adicional de descanso adicional.

En la mesa, por la noche, prefiera uno Cena liviana, quizás vegetariano sin grasas animales, evitando también los azúcares refinados. Entonces el digestión se simplifica y el cuerpo tiene más energía para dedicar a la adaptación. Atención también al alcohol, que parece ser enemigo de adaptarse a nuevos ritmos fisiológicos, por lo que es mejor evitarlo en todas sus formas. Por la mañana nunca debes levantarte cansado, si esto sucede, esto también podría ser causado por la comida de la noche anterior.

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Fatiga otoñal: consejo naturópata

El otoño es el momento de cosechar las recompensas de lo sembrado en tu vida y ralentizar gradualmente el ritmo de la vida. Es hora de la introspección y la desintoxicación.
La desintoxicación otoñal se produce evitando el consumo de determinados alimentos como el café y el té, favoreciendo las infusiones drenantes y depurativas, disminuyendo la ingesta de alcohol y productos lácteos, siguiendo una dieta baja en grasas y moderando la ingesta de carne.

La naturaleza también en este período viene en nuestra ayuda, los alimentos que ayudan contra el fatiga de otoño Soy:

  • Calabaza: con propiedades diuréticas, laxantes y refrescantes, alimento versátil con el que preparar excelentes sopas y caldos.
  • Granada: fruta súper antioxidante, rica en Vitaminas A y C
  • Castañas: contienen poca grasa pero son ricos en minerales y ácido fólico, este último es una característica única en comparación con otros tipos de frutas.
  • Todas las crucíferas como el repollo: rico en hierro y azufre, depura la sangre, contiene sulforafano una sustancia que aumenta la producción de enzimas antioxidantes.
  • Jengibre: favorece la digestión, reduce los gases intestinales, antiinflamatorio de la mucosa gástrica y altamente desintoxicante del hígado.
  • Ajo: el antibiótico natural ayuda a eliminar las infecciones.
  • Nueces: rico en omega 3, estimula las funciones cerebrales, regula la presión arterial y reduce el colesterol, mantiene saludable el sistema inmunológico.

Además, frente a la fatiga provocada por el estrés, es posible recurrir al uso de plantas adaptogénicas como la rhodiola rosea, el eleuterococo y el ginseng o integran las vitaminas B, implicadas en el metabolismo energético del organismo. Antes de tomar cualquier suplemento, es recomendable buscar el consejo de su médico o farmacéutico de confianza.

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3 remedios sencillos para fortalecer el sistema inmunológico y prepararse para el invierno

Equinácea, en decocción o en forma de cápsula. Está indicado para la prevención de resfriados (tos, dolor de garganta, resfriado).

Rosa mosqueta es una fuente invaluable de Vitamina C. Debe consumirse lo más fresca posible, sin exponerla a la luz solar para evitar la dispersión de la Vitamina C que contiene.

Cariño: es muy energético y estimula el sistema inmunológico, contribuyendo al bienestar de la flora bacteriana intestinal.