Carne asada
He aquí la receta de un plato de carne muy famoso y atemporal: el rosbif. Algunas reglas y algunos consejos para prepararlo de la mejor manera posible.

He aquí la receta de un plato de carne muy famoso y atemporal: el rosbif. Algunas reglas y algunos consejos para prepararlo de la mejor manera posible.
En algunos países la tradición dice que el plato principal del almuerzo dominical con la familia es el asado, incluso en las mesas anglosajonas los domingos al mediodía no es raro ver aparecer una buena bandeja de rosbif.
La característica principal de este rosbif es su cocción: el perfecto es raro, con un color rojo-rosa.
¿Cómo lograr esto sin riesgo? Simplemente calculando exactamente los tiempos de cocción. Estos varían considerablemente dependiendo del tamaño y peso del corte de carne elegido, por lo tanto, para tener una referencia en la que basarse, es necesario calcular 15-20 minutos de cocción total (incluido el dorado) cada medio kilo de carne.
Pesa la carne, haz las proporciones correctas y calcula tú mismo con un temporizador: ponlo en marcha en cuanto coloques la carne en la sartén con el aceite caliente y… ¡listo y el rosbif se está cocinando!
Hay que enfatizar un segundo truco: corte. El rosbif solo debe prepararse con embutidos. Las lonchas así obtenidas serán finas y precisas y además habrás evitado el riesgo de “deshilacharse”.
La tradición anglosajona consiste en servir rosbif junto con pudines de yorkshire, flanes rebozados (tipo soufflé) cocinados en moldes para muffins que originalmente se colocaban debajo del asador en el que se cocinaba la carne, listos para condimentar con los jugos que esta soltaba naturalmente.
Pruébalo en esta versión o sírvelo acompañado de un simple acompañamiento de patatas al horno: ¡el resultado satisfactorio sigue garantizado!
La idea extra: ¿y si te sobra rosbif? ¡Nada puede ser más sencillo que hacer un sándwich para llevar a la oficina el lunes!