ejercicios para el hallux rigidus

Desde el punto de vista clínico, tanto el hallux rigidus como el hallux valgus son similares. De hecho, ambas se caracterizan por una deformación de la primera articulación metatarsofalángica, que suele ser dolorosa e inflamada.

De hecho, como en todos los procesos artrósicos, a medida que el cartílago articular se desgasta, los huesos que componen la articulación entran en contacto directo entre sí y se deforman con la aparición de protuberancias óseas llamadas osteofitos.

Por ello, es muy importante que para cada caso clínico se redacte un consentimiento informado adecuado en el que el médico explique al paciente qué se puede conseguir con el procedimiento quirúrgico elegido y, sobre todo, cuáles pueden ser las complicaciones. Hay que recordar que los resultados de la cirugía del hallux rigidus, debido a las características intrínsecas de esta patología, no suelen ser tan brillantes como los del hallux valgus y el paciente debe ser consciente de ello.

Una vez realizado el corte osteotómico, se retrae la cabeza del metatarso, deslizándola en dirección plantar y se estabiliza con uno o dos tornillos de titanio. La operación va precedida de una abundante queilectomía para eliminar los osteofitos generados por el proceso artrósico.

recuperación del hallux rigidus

Si padece un hallux valgus complicado por una bursitis dolorosa, pueden recomendarse analgésicos como la Nimesulida o el Ibuprofeno (tómelos siempre bajo prescripción médica, con el estómago lleno y después de leer detenidamente el prospecto).

Los aparatos ortopédicos reutilizables, de gel o de velcro, están disponibles en las farmacias o en los centros de salud. Algunos son adhesivos y se ajustan al juanete, mientras que otros tienen un pequeño anillo que se ajusta al dedo gordo.

Si se sufre de hallux valgus, es aconsejable usar zapatos planos, de suela ancha y de tacón bajo. Los zapatos de cuero suave son ideales porque alivian la presión sobre el dedo gordo.  Evite apretar o resbalar en los zapatos. Los tacones altos también pueden empeorar el hallux valgus al ejercer una presión excesiva sobre los dedos del pie.

Complicaciones quirúrgicas: Las complicaciones relacionadas con la cirugía del hallux valgus son muy raras, y se producen en menos del 10 % de los casos. Estos dependen del tipo de cirugía que se realice y pueden incluir:

hallux rigidus hielo

A este respecto, conviene recordar que la artrosis es una enfermedad degenerativa que se caracteriza por un adelgazamiento progresivo de los cartílagos articulares, que son sustituidos por la formación general de nuevo tejido óseo. En el hallux rigidus, esta proliferación se asocia al desarrollo de osteofitos que se disponen principalmente en la parte posterior del dedo, provocando una marcada reducción del movimiento del dedo al caminar, así como la fricción contra el zapato.

A medida que el proceso patológico avanza, se producen dolores y una limitación parcial o total de los movimientos articulares, a veces hasta el punto de bloquear completamente la articulación (anquilosis). Por este motivo, el hallux rigidus también se denomina Hallux limitus o flexus.

Cuando la afección se produce sin motivo aparente (causa idiopática), se denomina hallux rigidus primario. Esta afección puede distinguirse del hallux rigidus secundario, que tiene principalmente causas traumáticas o posquirúrgicas.

Sin embargo, en el hallux valgus hay una desviación del primer dedo del pie que tiende a acercarse a los dedos laterales, mientras que en el hallux rigidus sólo se identifica una artrosis de la primera articulación metatarsofalángica, sin que haya necesariamente una desviación lateral del dedo.

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