Artistas de la cerámica de Talavera

La cerámica de Talavera (en español: Talavera poblana) es una tradición alfarera mexicana y española de Talavera de la Reina, en España. La cerámica mexicana es un tipo de mayólica (loza) o loza vidriada con estaño, con un esmalte de base blanca típico del tipo.[1] Proviene del pueblo de San Pablo del Monte (en Tlaxcala) y de las ciudades de Puebla, Atlixco, Cholula y Tecali (estas cuatro últimas en el estado de Puebla), debido a la calidad del barro natural que allí se encuentra y a la tradición de producción que se remonta al siglo XVI. [2] Gran parte de esta cerámica estaba decorada sólo en azul, pero también se han utilizado colores como el amarillo, el negro, el verde, el naranja y el malva[3] La cerámica mayólica fue traída a México por los españoles en el primer siglo de la época colonial. La producción de esta cerámica alcanzó un gran desarrollo en Puebla debido a la disponibilidad de arcillas finas y a la demanda de azulejos por parte de las iglesias y monasterios recién establecidos en la zona. La industria había crecido lo suficiente como para que, a mediados del siglo XVII, se establecieran normas y gremios que mejoraron aún más la calidad, lo que llevó a Puebla a lo que se denomina la “edad de oro” de la cerámica de Talavera (de 1650 a 1750)[2] Formalmente, la tradición que se desarrolló allí se llama Talavera Poblana para distinguirla de la cerámica de Talavera de España, de nombre similar. Es una mezcla de técnicas cerámicas italianas, españolas y autóctonas[1].

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Cerámica de Talavera

La cerámica de Talavera es un tipo de cerámica mayólica, cuyo proceso ha permanecido prácticamente inalterado desde su introducción en la Península Ibérica por los árabes a finales del siglo XII.    En términos muy generales, a las piezas precocinadas se les aplica un subesmalte que forma una superficie clara y algo opaca, que se convierte en el lienzo para que los artesanos pinten sus diseños.    A veces se aplica una última capa de esmalte transparente y se vuelve a cocer la pieza.

Con el tiempo, numerosos artesanos de Puebla y otros estados, como el vecino Tlaxcala y hasta Guanajuato, adoptaron la técnica.    Las normas y la calidad se volvieron difíciles de regular, y los elevados costes de la talavera tradicional hicieron que muchos talleres optaran por procesos más baratos o de producción en serie.    En 1993, Talavera obtuvo la cuarta denominación de origen (DO4) en México; ese año, sólo se incluyeron en la protección los talleres y artesanos ubicados en el Estado de Puebla.    Posteriormente, en 1997, se sumaron los ubicados en Tlaxcala, formando lo que se denomina “Zona Talavera”.      Hay menos de diez talleres certificados por el DO4, y las piezas de “Talavera certificada” deben llevar la firma del alfarero, el logotipo del taller, así como la etiqueta del DO4 y un adhesivo holográfico especial que certifica la autenticidad de la pieza.

Arte de Talavera

Esta cerámica pintada a mano, conocida en todo el mundo, destaca por su esmalte blanco lechoso. Se presenta en diferentes formas, incluyendo piezas funcionales y decorativas como platos, fuentes, jarrones y azulejos.

En el siglo XVII se identificaron ocho alfareros españoles (cuatro de ellos originarios de Sevilla, dos de Cádiz, uno de Barcelona y otro de Galicia), así como un alfarero de Portugal y dos de Italia. Algunos emigraron a temprana edad, completando su aprendizaje en Puebla con alfareros establecidos, como fue el caso de Damián Hernández que estudió con Alejandro Pessaro en 1601; y Miguel Pérez que estudió con Sebastián de Villardel en 1609, ambos se convirtieron en importantes alfareros por derecho propio.

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Otros llegaron a Puebla ya formados en su oficio y, en consecuencia, influyeron en la forma y el diseño de la cerámica poblana, entre ellos los alfareros mayores Gaspar de Encinas, Alejandro Pessaro Juan Rodríguez de Herrera, Juan Bautista Salomón, Antonio de Vega, Diego Gaytán, José Escoto, Sebastián de Villardel y Diego Salvador Carreto. No se han identificado alfareros españoles desde el siglo XVIII. Los identificados eran originarios de Puebla aunque se consideraban españoles, es decir, caos. También hubo alfareros que se identificaron como “de piel oscura” o mestizos. Es importante destacar las Ordenanzas que, de hecho, determinaban que sólo los españoles podían presentar el examen que les otorgaba el título de maestro alfarero, aunque los artesanos y sirvientes del taller eran en su mayoría indios, mulatos y negros. A finales del siglo XVIII, los mestizos y mulatos acabaron pudiendo presentarse a este examen.

Auténtica cerámica de talavera

El azulejo de Talavera es un azulejo de cerámica hecho y pintado a mano cuidadosamente por familias de artesanos en México. Los artesanos mexicanos llevan fabricando el azulejo de Talavera desde los siglos XVI y XVII. Comenzó en el estado mexicano de Puebla cuando los españoles introdujeron el torno y los esmaltes a base de estaño. Los artesanos mexicanos de la época incorporaron estas técnicas a su propio trabajo, dando como resultado el sorprendente azulejo que hoy llamamos Talavera. La producción se desarrolló mucho en Puebla debido a la disponibilidad de arcillas finas y a la demanda de azulejos de las iglesias y monasterios recién establecidos en la zona. El nombre del azulejo y de la técnica “Talavera” proviene de la ciudad de Talavera de la Reina, España, situada cerca de Madrid, que es conocida por sus magníficos azulejos y cerámicas.

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El proceso básico de fabricación de Talavera sigue siendo el mismo desde el siglo XVI, aunque ha habido cambios en las formas de la cerámica fabricada, los diseños y decoraciones, y los colores. Por ejemplo, al principio, Talavera era sólo blanca y azul, y los nuevos colores verde, naranja y amarillo no aparecieron hasta el siglo XVIII.