¿En qué país se encuentra la Capilla Sixtina?
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El techo de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel es una de las obras de arte más influyentes de todos los tiempos y una obra fundacional del arte renacentista. Pintada directamente en el techo de la Capilla Sixtina del Vaticano, la obra maestra representa escenas clave del Libro del Génesis. Las complejas narraciones y las figuras humanas hábilmente pintadas asombraron a los espectadores cuando el cuadro se presentó por primera vez al público en 1512 y sigue impresionando a los miles de peregrinos y turistas de todo el mundo que visitan la capilla cada día.
En 1508, el Papa Julio II (también conocido como Giulio II y “Il papa terribile”), pidió a Miguel Ángel que pintara el techo de la Capilla Sixtina. Julio estaba decidido a que Roma volviera a su antigua gloria, y se había embarcado en una vigorosa campaña para lograr la ambiciosa tarea. Consideraba que tal esplendor artístico no sólo añadiría brillo a su propio nombre, sino que también serviría para superar todo lo que el Papa Alejandro VI (un Borgia, y rival de Julio) había logrado.
El techo mide unos 131 pies (40 metros) de largo por 43 pies (13 m) de ancho. Aunque estas cifras son redondeadas, demuestran la enorme escala de este lienzo no tradicional. De hecho, Miguel Ángel pintó más de 1.500 metros cuadrados de frescos.
Cómo se hizo la Capilla Sixtina
La Capilla Sixtina es una de las capillas del Palacio Apostólico de la Ciudad del Vaticano, donde se encuentra la residencia oficial del Papa. Originalmente funcionaba como la capilla de la fortaleza del Vaticano y era conocida como Cappella Magna. Su nombre proviene del Papa Sixto IV, que ordenó su restauración entre 1473 y 1481. Desde entonces esta capilla ha servido para celebrar actos papales y ceremonias de la Iglesia Católica.
Durante el pontificado de Sixto IV se llamó a un grupo de pintores renacentistas para que realizaran obras en la capilla, entre ellos Sandro Botticelli, Pietro Perugino, Pinturicchio, Domenico Ghirlandaio, Cosimo Rosselli y Luca Signorelli. Se realizaron dos series de paneles al fresco, uno sobre la vida de Moisés a la izquierda del altar y otro sobre la vida de Jesucristo a la derecha. Estos paneles iban acompañados de retratos de los papas que habían gobernado la Iglesia hasta entonces. Las pinturas se terminaron en 1482, y con motivo de la festividad de la Asunción, Sixto IV celebró la primera misa en la capilla consagrándola a la Virgen María.
A quién se debe el nombre de la Capilla Sixtina
La Capilla Sixtina (/ˌsɪsˈtiːn ˈtʃæpəl/; latín: Sacellum Sixtinum; italiano: Cappella Sistina [kapˈpɛlla siˈstiːna]) es una capilla del Palacio Apostólico, en la Ciudad del Vaticano y residencia oficial del Papa. Originalmente conocida como Cappella Magna (‘Capilla Mayor’), la capilla toma su nombre del Papa Sixto IV, que la mandó construir entre 1473 y 1481. Desde entonces, la capilla ha sido un lugar de actividad papal tanto religiosa como funcional. En la actualidad, es la sede del cónclave papal, el proceso por el que se elige a un nuevo Papa. La fama de la Capilla Sixtina reside principalmente en los frescos que decoran su interior, sobre todo el techo de la Capilla Sixtina y El Juicio Final, ambos de Miguel Ángel.
Durante el reinado de Sixto IV, un equipo de pintores renacentistas que incluía a Sandro Botticelli, Pietro Perugino, Pinturicchio, Domenico Ghirlandaio y Cosimo Rosselli, creó una serie de frescos que representaban la Vida de Moisés y la Vida de Cristo, compensados con retratos papales en la parte superior y drapeados en trompe-l’œil en la parte inferior. Estas pinturas se completaron en 1482, y el 15 de agosto de 1483 Sixto IV celebró la primera misa en la Capilla Sixtina con motivo de la fiesta de la Asunción, en cuya ceremonia la capilla fue consagrada y dedicada a la Virgen María[3][4].
Entrada de la Capilla Sixtina
Las pinturas de Miguel Ángel cubren tanto el techo como la pared occidental de la capilla. Las pinturas “La Creación de Adán” y “El Juicio Final” son dos de las obras de arte más famosas y son admiradas por unos 5 millones de visitantes cada año.
Puede que la Capilla Sixtina no parezca tan impresionante por fuera, pero en su interior se encuentran algunas de las pinturas más impresionantes del mundo. Es una atracción que no querrá perderse durante su estancia en Roma. A continuación puede leer más sobre la capilla e información útil antes de visitarla:
Para evitar hacer largas colas, asegúrate de reservar tus entradas con antelación. Puede reservar su entrada a través del siguiente enlace, que también incluye entradas sin colas para los Museos Vaticanos y la Iglesia de San Pedro.
El interior de la Capilla Sixtina es absolutamente hermoso. Tanto el techo como las paredes están cubiertos de hermosos frescos, pintados por Miguel Ángel, Botticelli, Perugino y Luca, entre otros.
Fue Miguel Ángel quien pintó el techo de la capilla. Realizó todas estas pinturas a lo largo de cuatro años, entre 1508 y 1512. Dos de las obras más famosas son “La Creación de Adán” y “El Juicio Final”, ambas pintadas por Miguel Ángel.