Camellia Romance | Pathfinder: La ira de los justos

Conocida como la “Rosa de Japón”, la camelia es el centro, desde hace más de una década, de una de las rutas turísticas más famosas de Galicia. La Ruta de la Camelia 2017 destaca no sólo por la belleza de esta flor de raíces orientales, sino también por el gran poder paisajístico de los jardines palaciegos que la componen.

Desde que los navegantes portugueses de finales del siglo XVIII importaran esta especie botánica de países como China o Japón, la camelia se ha convertido en uno de los símbolos más característicos de la exuberante naturaleza que rodea a los pazos, una de las señas de identidad de la arquitectura gallega. Precisamente el primer navegante que la transportó desde Asia a Europa en el siglo XVII, el botánico George Kamel, toma su nombre de esta especie, que a lo largo de los años ha ocupado páginas de obras tan famosas como La dama de las camelias, de Alejandro Dumas, y se ha convertido en uno de los iconos más famosos utilizados por la firma francesa Chanel por su elegancia. La humedad, la acidez y las suaves temperaturas de las tierras gallegas hicieron que, entre todas las especies florales importadas en aquella época, la camelia llegara para quedarse.

Turismo en Galicia

Muy cerca de la ciudad, a sólo 3,5 km, se encuentra el Pazo y los jardines de Lourizán. En sus jardines, finca y arboleda de 54 hectáreas, podemos descubrir unas 700 especies vegetales de todos los continentes, una de las colecciones más importantes de Galicia. Además, cada invierno, en sus jardines florece una importante colección de camelias, entre las que destaca la variedad Alba Plena.

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No sólo la importancia natural de los jardines de esta casa señorial fascina a los visitantes, sino también el exterior de la casa señorial, el invernadero, así como otros elementos construidos por Montero Ríos entre finales del siglo XIX y principios del XX. La entrada al recinto es gratuita y en ocasiones se organizan visitas guiadas para grupos y escolares.

En los alrededores de Pontevedra varios pazos y sus jardines están incluidos en el itinerario de la Ruta de la Camelia, como el pazo de La Saleta, en Meis, o el Pazo Quinteiro da Cruz, en Ribadumia. También los jardines del castillo de Soutomaior cuentan con una importante colección de camelias que llenan de encanto la fortaleza.

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Hermosas y enigmáticas, las camelias llegaron de Oriente de la mano de los navegantes portugueses y Galicia fue uno de los primeros lugares de Europa en acogerlas, por lo que desde principios del siglo XIX animan los jardines más exquisitos. De hecho, se encuentran tan a gusto aquí que ahora las camelias son gallegas… Y reservadas.

No se sabe si Marco Polo se traería algunas camelias como recuerdo de China. Si lo hizo, allanó el camino, sin saberlo, a la primera camelia peregrina y, siglos después, a una ruta que, de jardín en jardín, de señorío en señorío, ilumina los inviernos, el paisaje y el alma de Galicia.

Los portugueses fueron los primeros en introducir en Galicia la enigmática belleza de Oriente, encarnada en esta sutil y delicada flor del té, como se conocía a las camelias hasta 1735. Los chinos las utilizaron para intentar engañar a los ingleses, porque sus capullos, por muy bonitos que sean, no sirven para dar un buen sabor al agua hervida. Y los chinos, que tenían una ventaja de 2.000 años en lo que respecta al té, estaban dispuestos a proteger el secreto de la infusión a toda costa. Así que regalaron las flores y se quedaron con las hojas.

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Estos magníficos árboles de hoja perenne proporcionan color cuando el jardín acaba de despertarse. De hecho, la Camellia sinensis es la infusión elegida por mucha gente a primera hora de la mañana. La C. sinensis no es resistente aquí, pero puede encontrarse creciendo en la casa subtropical, junto con otras camelias.

Alrededor de la fuente acabamos de plantar camelias que reflejan los numerosos programas de reproducción que se han llevado a cabo en todo el mundo: el resultado son flores de todas las formas y tamaños. Hay muchas más camelias plantadas por todo el jardín.

Las camelias prosperan en suelos ligeramente ácidos, con un buen suministro de agua a finales del verano, cuando se están formando los capullos de las flores; de lo contrario, muchos capullos se caerán antes de la floración. Sus flores también pueden quemarse con el sol de la mañana, especialmente si tienen algo de escarcha, por lo que una posición orientada al norte o al oeste es más adecuada, a menos que se pueda proporcionar sombra.

Se recomienda recortar las camelias recién plantadas para eliminar todas las flores y permitir que la energía se destine a producir nuevas raíces y brotes y a formar una planta más compacta y tupida. Pero nosotros éramos impacientes y queríamos ver las flores, así que las recortaremos en cuanto hayan terminado de florecer.