Alimentos buenos para la reparación del hígado
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Por lo tanto, si padece esta enfermedad, lo que come y bebe cada día es especialmente importante, sobre todo porque componentes como las proteínas, el sodio y el azúcar exigen que el hígado trabaje más, una demanda que quizá ya no pueda satisfacer.
Un plan de dieta para la cirrosis debe elaborarse con la ayuda de su médico y otros miembros de su equipo sanitario, como un dietista titulado, para asegurarse de que se nutre adecuadamente y de que evita las opciones que pueden empeorar su estado y afectar a su salud.
El hígado tiene más de 500 funciones, lo que lo convierte en uno de los órganos más vitales. Si el hígado está dañado a causa de la cirrosis, no es capaz de realizar con eficacia una de sus tareas más importantes: ayudar al cuerpo a obtener la nutrición de los alimentos que ingiere.
El huevo es malo para la cirrosis hepática
“El huevo es algo que tiene todos los ingredientes adecuados para el crecimiento de un organismo, así que obviamente es muy denso en nutrientes”, dice Christopher Blesso, profesor asociado de ciencias de la nutrición en la Universidad de Connecticut (EE.UU.).
Pero durante décadas, el consumo de huevos también ha sido controvertido debido a su alto contenido en colesterol, que algunos estudios han relacionado con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas. Una yema de huevo contiene unos 185 miligramos de colesterol, lo que supone más de la mitad de los 300 mg diarios de colesterol que recomendaban hasta hace poco las directrices dietéticas estadounidenses.
Además, se ha afirmado sin fundamento científico que los huevos pueden proteger contra el coronavirus, o que incluso han sido responsables de su aparición. Incluso ha habido una teoría extravagante de que escupir en un huevo antes de cocinarlo crea anticuerpos que pueden proteger contra la enfermedad. (No hay pruebas que lo respalden).
El colesterol, una grasa amarillenta producida en el hígado y los intestinos, se encuentra en todas las células de nuestro cuerpo. Normalmente pensamos en él como “malo”. Sin embargo, el colesterol es un componente esencial de las membranas celulares. También es necesario para que el cuerpo produzca vitamina D y las hormonas testosterona y estrógeno.
¿Qué alimentos pueden dañar el hígado?
Los huevos son una fuente de proteínas de alto valor biológico porque nos aportan aminoácidos esenciales, que son aquellos que nuestro organismo no puede producir pero que son necesarios para la formación de nuestras proteínas. También contienen grasas beneficiosas para la salud (mono y poliinsaturadas), minerales (hierro, fósforo, magnesio,..) y vitaminas (B12, ácido fólico, vitamina D..). Además su aporte energético es bajo.
Muchos pacientes en nuestra clínica nos preguntan si pueden consumir huevos, ya que está muy extendida la creencia de que las personas con una enfermedad hepática no pueden comerlos e incluso que son perjudiciales en personas sanas. Esto no es cierto.
Seguramente, la mala fama de este alimento proviene de su alto contenido en colesterol. Se supone que la ingesta de una dieta rica en colesterol está asociada a niveles elevados de colesterol en sangre. Sin embargo, muchos estudios científicos demuestran que el colesterol que tomamos en nuestra dieta influye poco o nada en los niveles de colesterol en la sangre.
El punto fundamental para controlar los valores de colesterol es reducir el consumo de grasas saturadas (presentes en carnes rojas, lácteos enteros…) y grasas trans (bollería, alimentos procesados). Teniendo en cuenta que en el huevo la cantidad de este tipo de grasas es muy baja y dado su alto contenido nutricional, se recomienda incluir los huevos en una dieta equilibrada (unos dos o tres por semana), cocinándolos de forma saludable (revueltos, cocidos, escalfados, ..) para evitar añadir calorías innecesarias (fritos).
La clara de huevo es buena para el hígado
Puede que no le des mucha importancia, pero tu hígado trabaja duro las 24 horas del día para mantenerte en funcionamiento y sano. Pueden surgir diversas complicaciones y problemas graves si no se cuida adecuadamente. Algunas de las principales funciones del hígado son digerir los alimentos consumidos y filtrar las toxinas del cuerpo. Tu cuerpo está hecho de lo que comes. Debes intentar consumir alimentos que sean buenos para una vida sana y evitar los que puedan dificultar su funcionamiento o hacerle trabajar más.
El café, las frutas y verduras frescas, los copos de avena, el té verde con moderación (1-2 tazas al día), las bayas, los huevos, las nueces y las uvas nutren el hígado y lo hacen saludable. Pero, ¿conoces los alimentos malos para el hígado? Sigue leyendo para saber más sobre estos alimentos.
Está bien consumir una pequeña cantidad de bebida gaseosa de vez en cuando, pero su consumo regular puede empezar a dañar tu hígado y podría llevar al desarrollo de varias complicaciones hepáticas. Aparte de esto, el consumo excesivo de refrescos es también una de las principales causas de aumento de peso y obesidad en las personas. Y la obesidad puede afectar a tu hígado aumentando la acumulación de grasa en el hígado (hígado graso). Además, los refrescos ofrecen una combinación mortal de azúcar y carbohidratos refinados (también llamados calorías vacías) que son perjudiciales para la salud del hígado.