Cómo volver a caminar

La debilidad muscular, la fragilidad, las enfermedades y las cirugías son las principales razones por las que muchas personas mayores llevan un estilo de vida menos activo. Cuando se está acostumbrado a caminar toda la vida sin ayuda, aprender a andar con un andador, un bastón o incluso con una silla de ruedas es una lucha.

Los pacientes de edad avanzada son propensos a estar tumbados o a holgazanear en su sillón reclinable o en el sofá más cómodo durante todo el día. Pero usted y yo sabemos que el simple hecho de estar sentado no ayuda a desarrollar los músculos. Lo que tiene que hacer es ayudar a su padre o madre mayor a mantener un estilo de vida activo, o introducirlo en él para que se mueva y adopte un estilo de vida activo lo antes posible.

Los pacientes de edad avanzada pueden ser capaces de caminar sin ayuda, pero si su patrón de marcha se ve alterado debido a un accidente cerebrovascular, una caída o una enfermedad, es muy probable que experimente anomalías en la marcha, fragilidad y debilidad general.

Ahora bien, es posible que ya conozca los numerosos beneficios que ofrece el yoga, pero para las personas mayores que acaban de recuperarse de una operación de prótesis de rodilla, una fractura de cadera o que sufren demencia, el yoga suave es una forma divertida y eficaz de contrarrestar la debilidad muscular y volver a caminar con facilidad.

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Ejercicios de rehabilitación para volver a caminar

Puedes optar por caminar a un ritmo constante durante periodos más largos, o en ráfagas más cortas y rápidas, o subir y bajar colinas o escaleras. Todo ayuda. Antes de empezar a caminar para hacer ejercicio Casi todas las personas mayores pueden hacer algún tipo de ejercicio. Pero antes de empezar, hable con su médico de cabecera sobre el nivel de ejercicio adecuado para usted. Esto es especialmente importante si no ha hecho ejercicio durante un tiempo, o si quiere probar algo especialmente agotador. Si tienes alguna afección o problema de salud, aunque no parezca importante, es importante que consultes a tu médico para que te oriente. Él puede ayudarte a elegir las actividades adecuadas para tu salud y tu forma física, o puede remitirte a un profesional del ejercicio. Es posible que tengas derecho a un chequeo médico preventivo gratuito. Pregunte a su médico si tiene derecho a ello. Algunas de las preguntas que puede hacer a su médico son Si a su médico le preocupa un ejercicio en particular, pregúntele sobre las preocupaciones y si hay actividades alternativas. Si desarrolla algún síntoma nuevo después de empezar a hacer actividad física, acuda a su médico de inmediato. Los nuevos síntomas pueden ser: Deje de hacer ejercicio hasta que haya consultado a su médico y haya averiguado la causa de sus síntomas. Lo que necesitas para caminar Para empezar, asegúrate de llevar un calzado adecuado para caminar. Unas zapatillas cómodas funcionan bien para la mayoría de la gente. Si son zapatos nuevos, pruébatelos primero para asegurarte de que te quedan bien y son cómodos.

Qué hacer cuando un padre anciano no puede cuidar de sí mismo

Los cambios que se producen con el envejecimiento pueden provocar problemas de movilidad, es decir, la capacidad de una persona para desplazarse.    Los problemas de movilidad pueden consistir en inestabilidad al caminar, dificultad para sentarse y levantarse de una silla o caídas. Hay afecciones comunes en las personas mayores que pueden contribuir a los problemas de movilidad, como la debilidad muscular, los problemas articulares, el dolor, las enfermedades y las dificultades neurológicas (cerebro y sistema nervioso). A veces se presentan varios problemas leves a la vez y se combinan para afectar gravemente a la movilidad.

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Las caídas provocan roturas de huesos, magulladuras y miedo a las caídas. Los huesos más viejos se rompen con más facilidad que los más jóvenes y se curan con menos rapidez y no tan completamente. Si se fractura una cadera, pueden necesitarse permanentemente bastones, andadores o sillas de ruedas. Las caídas son una de las principales causas de lesiones y muerte, por lo que la prevención es importante.

Una lesión provocada por una caída puede dar lugar a una movilidad limitada o reducida, o incluso al reposo en cama. Desgraciadamente, esto puede agravar las enfermedades médicas existentes y provocar otras nuevas, como problemas circulatorios, incluidos coágulos de sangre en las piernas, mayor pérdida de fuerza, úlceras por presión o neumonía.

Pérdida de la capacidad de caminar en los ancianos

La tendencia más candente en materia de movilidad en estos momentos no es un teléfono inteligente o un aparato inalámbrico. La movilidad que está en los titulares de salud es la que nos permite hacer lo que necesitamos: caminar y movernos. La movilidad es esencial para pasar el día, tanto si hay que cruzar una habitación para ir al baño o a la cocina, como si hay que levantarse de la cama o de una silla, o caminar por una tienda de comestibles.

La cascada de efectos negativos que conlleva la inmovilidad a menudo puede prevenirse o limitarse, según una revisión que se publica hoy en la revista JAMA. Investigadores de la Universidad de Alabama en Birmingham examinaron docenas de estudios sobre movilidad publicados a lo largo de los años. Descubrieron factores comunes que conducen a la pérdida de movilidad, como la edad avanzada, la escasa actividad física, la obesidad, el deterioro de la fuerza y el equilibrio, y enfermedades crónicas como la diabetes y la artritis. Otras señales de alarma menos comunes son los síntomas de depresión, los problemas de memoria o de pensamiento, el hecho de ser mujer, una hospitalización reciente, el consumo de alcohol o de tabaco y la sensación de impotencia. Las personas con uno o más de estos factores corren el riesgo de padecer inmovilidad.

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