Requisitos físicos para el baloncesto
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El baloncesto es un deporte de equipo que se caracteriza por la realización de actividades de alta intensidad, como saltos, sprints, barridos y cambios de dirección. El acondicionamiento físico de los jugadores de baloncesto se centra en mejorar la capacidad aeróbica, la velocidad, la agilidad, la fuerza muscular y la potencia.
El entrenamiento de la fuerza es un elemento fundamental para el acondicionamiento físico de los jugadores de baloncesto. Su objetivo es mejorar la potencia explosiva y la aceleración/velocidad en la cancha y reducir el riesgo de lesiones articulares y tendinosas. Durante la temporada, el entrenamiento de resistencia y el de potencia se realizan en diferentes períodos. Además, los planes de desarrollo individual y de equipo optimizan la mejora de cada jugador.
Vamos a descubrir cómo el entrenamiento atlético tiene como objetivo mejorar la fuerza, la velocidad y la aceleración en el fiesl de juego, así como reducir el riesgo de lesiones articulares y tendinosas. Entenderemos los roles específicos del equipo, sus características y los campeones que han tenido un éxito específico en estos roles. También trataremos de entender cuánto trabajo y fatiga se esconden detrás de los resultados y la notoriedad de dichos jugadores. Y, por último, ¡divirtámonos en el tiro a canasta!
Cómo se utiliza la potencia en el baloncesto
Todas las actividades que forman parte del comportamiento humano fueron objeto de un desarrollo a largo plazo. Tomemos como ejemplo el lanzamiento, que se considera una actividad motriz básica. En el pasado profundo, el lanzamiento era necesario para la alimentación y la defensa. En la actualidad, los lanzamientos han perdido su importancia como una de las actividades mencionadas, pero participan en gran medida en diferentes deportes (por ejemplo, atletismo, balonmano, béisbol, etc.). La tarea de un cazador prehistórico era dar en el blanco con precisión para conseguir comida. El objetivo de un atleta actual es lanzar la jabalina lo más lejos posible. El resultado de la actividad en ambos ejemplos puede considerarse un rendimiento. El rendimiento se entiende como el grado de realización de una tarea motriz. En el caso del cazador prehistórico, el rendimiento se evalúa de forma dicotómica: dar en el blanco o fallar y no está restringido por ninguna regla. En el caso del atleta, el rendimiento se evalúa siguiendo reglas de la disciplina deportiva fijadas de antemano, se expresa por la longitud del lanzamiento y se entiende como rendimiento deportivo. La capacidad de conseguir un determinado rendimiento de forma repetida se denomina eficiencia.
Preparación para el baloncesto
El estado actual de la literatura no es concluyente en lo que respecta a la carga de entrenamiento típica experimentada por los jugadores de baloncesto de diferentes niveles de competición, dado que sólo se han descrito previamente las demandas de los partidos y las respuestas fisiológicas durante la competición [29]. Hasta donde sabemos, ninguna investigación anterior se ha centrado en la revisión sistemática de la literatura para identificar las cargas precisas durante el entrenamiento en comparación con el juego, definiendo claramente los diferentes niveles de competición. Por lo tanto, existe una importante laguna en la investigación disponible que no permite concluir si el entrenamiento de baloncesto imita fielmente las exigencias del juego y, por lo tanto, prepara adecuadamente a los jugadores para el estrés impuesto por la competición. Además, han surgido nuevas tecnologías que permiten cuantificar las demandas de aceleración/desaceleración en el entrenamiento y la competición de baloncesto, pero ninguna revisión bibliográfica actual ha abordado este tema. Por lo tanto, el objetivo de la presente revisión sistemática es analizar las evidencias relacionadas con la carga de entrenamiento y las demandas de juego del baloncesto en los diferentes niveles de competición.
Características físicas de los jugadores de baloncesto
El baloncesto, quizás más que cualquier otro deporte, se percibe como un juego de dotes físicas naturales. Ser alto ayuda, por supuesto. Tener los brazos largos -lo que los locutores llaman hoy en día “longitud”- contribuye a una buena defensa. Y algunos jugadores parecen haber nacido con la capacidad de saltar por los aires.
Así que sí, todos esos rasgos desempeñan un papel. Pero el baloncesto también exige rapidez, movimiento lateral y potencia explosiva, todo lo cual un jugador puede desarrollar y mejorar. Incluso los atletas más dotados físicamente tendrán dificultades para mantener el ritmo y reaccionar rápidamente en la cancha si carecen de fuerza en estas áreas.
Además, el entrenamiento enfocado puede ayudar a reducir la posibilidad de lesionarse. El baloncesto produce lesiones como torceduras de tobillo, esguinces del ligamento cruzado anterior o del ligamento cruzado anterior, y problemas crónicos de espalda que se derivan de la práctica de un deporte físico sobre superficies duras. “Hay que fortalecer la parte inferior del cuerpo para que pueda absorber la fuerza”, dice el entrenador Ken Croner, antiguo jugador de baloncesto de la Universidad de Butler y propietario de Munster Sports Performance en Munster, Indiana.