Los mejores ejercicios de fuerza
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Si te preguntas cómo aumentar la resistencia mediante el ejercicio, sigue leyendo para saber más sobre los diferentes ejercicios y los beneficios que aportan a tu cuerpo. Uno de los secretos para mantener la resistencia durante un periodo prolongado es hacer ejercicio, comer los alimentos adecuados y dar al cuerpo el descanso que necesita.
El ejercicio aumenta la resistencia y los niveles generales de energía durante un largo periodo de tiempo. Los ejercicios cardiovasculares, como correr, montar en bicicleta, hacer aerobic, trotar y ejercitar los pulmones y el corazón, aumentan la eficiencia con la que se suministra oxígeno a los músculos del cuerpo. Con el paso del tiempo, esto mejorará y aumentará los niveles de resistencia del cuerpo. Te sentirás menos cansado después de una sesión de ejercicio físico. Los ejercicios que se centran en el desarrollo de la fuerza, como las flexiones y el levantamiento de pesas, aumentan gradualmente la capacidad de su cuerpo para levantar cargas más pesadas durante períodos más largos sin sentir fatiga. Los ejercicios le cansarán a corto plazo, pero con la práctica, pronto notará la diferencia que supone para su cuerpo.
Plan de entrenamiento diario
También es cierto que se necesitan diferentes tipos de ejercicio para conseguir una forma física completa. “El ejercicio aeróbico y el entrenamiento de resistencia son los más importantes para la salud del corazón”, dice el fisiólogo del ejercicio de Johns Hopkins, Kerry J. Stewart, Ed.D. “Aunque la flexibilidad no contribuye directamente a la salud del corazón, es sin embargo importante porque proporciona una buena base para realizar ejercicios aeróbicos y de fuerza con mayor eficacia.”
Lo que hace: El ejercicio aeróbico mejora la circulación, lo que se traduce en una disminución de la presión arterial y la frecuencia cardíaca, dice Stewart. Además, aumenta la capacidad aeróbica general, medida, por ejemplo, con una prueba en la cinta de correr, y favorece el gasto cardíaco (la capacidad de bombeo del corazón). El ejercicio aeróbico también reduce el riesgo de padecer diabetes de tipo 2 y, si ya vives con diabetes, te ayuda a controlar la glucosa en sangre.
Ejemplos: Caminar a paso ligero, correr, nadar, montar en bicicleta, jugar al tenis y saltar a la cuerda. El ejercicio aeróbico de bombeo del corazón es el que los médicos tienen en mente cuando recomiendan al menos 150 minutos semanales de actividad moderada.
El mejor entrenamiento
¿Siguen sus clientes el programa de entrenamiento de fuerza adecuado para alcanzar sus objetivos de fitness? Aumentar la fuerza muscular es una de las razones más citadas para iniciar un programa de ejercicios; sin embargo, no todos los entrenamientos de fuerza son iguales y para lograr un objetivo específico de entrenamiento de fuerza es necesario seguir el tipo de programa de entrenamiento adecuado. Por ejemplo, el entrenamiento de la fuerza máxima requiere pesos pesados para repeticiones limitadas, mientras que la mejora de la fuerza explosiva requiere mover pesos ligeros o moderados lo más rápido posible.
El entrenamiento de fuerza es la aplicación funcional de la segunda ley física de Newton, que define la fuerza como el producto de una masa por su aceleración (Fuerza = MA). En términos generales, la fuerza es la capacidad de acelerar una masa desde un estado de reposo, lo que se traduce en la producción de fuerza muscular. Desde una perspectiva fisiológica, la fuerza es la capacidad de activar las neuronas motoras del músculo y sus fibras musculares adjuntas (denominadas conjuntamente unidad motora) para generar la fuerza necesaria para lograr un resultado específico. Para lograr un objetivo basado en la fuerza, es importante definir primero el tipo específico de fuerza que se requiere para el éxito y luego diseñar un programa de ejercicios para desarrollar esa fuerza.
Cómo aumentar la fuerza
El ejercicio aeróbico, que acelera el ritmo cardíaco y la respiración, es importante para muchas funciones corporales. Hace trabajar el corazón y los pulmones y aumenta la resistencia. “Si estás demasiado cansado para subir un tramo de escaleras, es un buen indicador de que necesitas más ejercicio aeróbico para ayudar a acondicionar el corazón y los pulmones, y llevar suficiente sangre a los músculos para que trabajen con eficacia”, dice Wilson.
El ejercicio aeróbico también ayuda a relajar las paredes de los vasos sanguíneos, a reducir la presión arterial, a quemar grasa corporal, a disminuir los niveles de azúcar en sangre, a reducir la inflamación, a mejorar el estado de ánimo y a aumentar el colesterol “bueno” HDL. Combinado con la pérdida de peso, también puede reducir los niveles de colesterol “malo” LDL. A largo plazo, el ejercicio aeróbico reduce el riesgo de enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes de tipo 2, cáncer de mama y de colon, depresión y caídas.
A medida que envejecemos, perdemos masa muscular. El entrenamiento de fuerza la recupera. “Un entrenamiento de fuerza regular le ayudará a sentirse más seguro y capaz de realizar tareas cotidianas como llevar la compra, trabajar en el jardín o levantar objetos pesados en casa. El entrenamiento de fuerza también le ayudará a levantarse de una silla, levantarse del suelo y subir escaleras”, dice Wilson.