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Aproximadamente el 80% de los estadounidenses sufrirá dolor de espalda en algún momento de su vida, y para la mayoría de ellos el dolor se resolverá por sí solo en unas pocas semanas. Sin embargo, para millones de personas el dolor de espalda se vuelve crónico. De hecho, el dolor de espalda es la segunda queja médica más frecuente.
El Dr. Thomas Jones II, cirujano ortopédico certificado, y nuestro equipo del Instituto de la Columna Vertebral del Sureste de Texas comprenden el impacto del dolor de espalda en la vida diaria. Las actividades simples que la mayoría da por sentado pueden ser una lucha. Puede interferir en muchas áreas de su vida, desde el trabajo hasta las actividades sociales. Buscar una evaluación médica es el primer paso para obtener alivio.
El tratamiento del dolor de espalda crónico depende de la causa. El Dr. Jones formula un plan de tratamiento para usted después de una evaluación exhaustiva. Sus tratamientos pueden incluir inyecciones de esteroides, fisioterapia, medicamentos para aliviar el dolor o enfoques quirúrgicos.
Este ejercicio se realiza tumbado sobre la espalda en una superficie cómoda y plana. Para realizar el estiramiento, lleve las dos rodillas hacia el pecho e incline la cabeza hacia delante. Mantenga el estiramiento suavemente durante un máximo de 30 segundos y repítalo de 2 a 5 veces. Este ejercicio estira el cuello y la zona lumbar.
Ejercicios para el dolor de cuello
El fútbol tiene una de las tasas más altas de lesiones de la columna cervical. Una lesión común de la columna vertebral es señalada por una pérdida temporal de la función y un dolor punzante en un brazo, un síntoma conocido como quemadura o aguijón.
El viejo refrán “podrías romperte el cuello” probablemente se acuñó en un vestuario. La columna cervical es el lugar donde se producen más de la mitad de las lesiones catastróficas en el deporte. La lumbalgia, por su parte, es uno de los principales motivos de las visitas de los deportistas recreativos a la clínica. Muchos deportes contribuyen a la aparición de esguinces de espalda.
Cualquier deporte que implique un movimiento repetitivo (como correr o jugar al fútbol), un movimiento de torsión (tenis o golf) o una carga de peso al final de la amplitud de movimiento (levantamiento de pesas) puede causar daños en la parte baja de la espalda que den lugar a lesiones de espalda o cuello.
La zona media de la columna vertebral (torácica) tiene menos probabilidades de lesionarse porque tiene un soporte adicional y es relativamente inmóvil. Sin embargo, los deportes que implican una rotación del torso, como la natación, el golf, el tenis o el esquí, se asocian a lesiones de la columna torácica.
Ejercicios para la columna cervical pdf
Las lesiones que afectan a la cabeza y el cuello son especialmente frecuentes en los deportes que implican contacto corporal (por ejemplo, el rugby union, la liga de rugby, las artes marciales mixtas), altas velocidades (por ejemplo, la AFL, el hockey sobre hielo) o deportes que utilizan determinados tipos de equipamiento (por ejemplo, el hockey). En los atletas, la lesión de cabeza y cuello más común es la conmoción cerebral relacionada con el deporte.
Una conmoción cerebral relacionada con el deporte es una lesión del cerebro causada por un golpe o un choque en la cabeza o el cuerpo. Los deportistas pueden experimentar una serie de signos y síntomas tras una conmoción cerebral, como mareos, dolores de cabeza, dolor de cuello, pérdida de equilibrio, cambios de humor, trastornos del sueño y alteraciones de la función cognitiva, como pérdida de memoria y falta de concentración. Algunos de estos síntomas pueden ser leves y de corta duración, mientras que otros pueden ser bastante incapacitantes y persistir durante muchos meses o más.3
En todo el mundo hay muchos investigadores que estudian qué se puede hacer para reducir el riesgo de que un deportista sufra una conmoción cerebral relacionada con el deporte. Estos estudios incluyen el estudio de factores “externos” o “ambientales”, como el cambio de las reglas de algunos deportes, las modificaciones en el equipamiento, como los diseños innovadores de los cascos y el efecto de las diferentes superficies de juego. Otros investigadores se centran en determinar si la modificación de los factores “internos” o “intrínsecos” también puede contribuir, por ejemplo, incorporando el entrenamiento visual o determinados tipos de ejercicios, como los específicos para el cuello, en el programa de entrenamiento de un deportista, y si eso ofrece algún beneficio.
Dolor de cuello y hombros
Las lesiones cervicales de diverso grado pueden atribuirse a las actividades deportivas. Las lesiones en el cuello y la columna cervical son más frecuentes en los deportes de contacto, como el fútbol, el lacrosse, el baloncesto y el fútbol. Sin embargo, también pueden producirse al participar en deportes sin contacto, como el golf, el tenis y la gimnasia. Los cambios en las normas de los últimos años y la mejora de los equipos de protección han mejorado la seguridad de los deportistas y les han ayudado a evitar las lesiones más graves. A pesar de estos esfuerzos, siguen produciéndose lesiones en el cuello y la médula espinal.
La columna cervical está formada por siete vértebras con discos entre ellas que funcionan como amortiguadores. Los músculos sostienen el cuello, los tendones conectan el músculo con el hueso y los ligamentos son bandas de tejido que unen hueso con hueso. Todas estas partes estabilizan el cuello para que pueda soportar la cabeza.
Una caída, un placaje o una colisión a gran velocidad entre atletas pueden ejercer suficiente fuerza sobre el cuello como para provocar una lesión. Las lesiones de los tejidos blandos pueden ser distensiones o esguinces. También son frecuentes las lesiones de tipo latigazo. La hiperextensión, en la que el cuello es arrojado hacia atrás, y la hiperflexión, que fuerza el cuello hacia delante más allá de sus límites normales, pueden romper los ligamentos. Cuando el cuello es empujado con fuerza hacia un lado, los nervios pueden resultar dañados y provocar un dolor extremo que se irradia desde el hombro hasta el brazo. Una fractura de cuello, resultante de un golpe en la cabeza o una torsión repentina del cuello, es una lesión grave. Por desgracia, una lesión completa de la médula espinal puede provocar parálisis o la muerte.