Psicología de las reacciones físicas
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Al aumentar el ritmo cardíaco, elevar la temperatura central del cuerpo, incrementar los niveles de oxígeno y mejorar el gasto cardíaco, el ejercicio desencadena varias reacciones bioquímicas conocidas. Sin embargo, la revista Scientific American explica que los científicos siguen explorando los mecanismos químicos que intervienen en estas reacciones, tanto durante como después de la actividad física. La reacción puede ser conocida, pero los procesos exactos no siempre están claros debido a una serie de factores, como la edad, el sexo y el tipo de cuerpo.
Una de las reacciones más documentadas que tienen lugar después de hacer ejercicio es la producción de endorfinas. Estas moléculas no adictivas que nos hacen sentir bien son polipéptidos que se unen a los neurotransmisores del cerebro para reducir los síntomas de dolor. El cuerpo humano produce al menos 20 tipos de endorfinas, que benefician al organismo de múltiples maneras. Además de aliviar el dolor, las endorfinas contribuyen a reducir el estrés, aumentar la inmunidad, ralentizar el proceso de envejecimiento y crear una sensación de euforia.
Otra reacción conocida que se produce después de hacer ejercicio es un cambio en la química de la sangre. Durante el ejercicio, los músculos utilizan el oxígeno contenido en la hemoglobina de la sangre para convertir la glucosa del torrente sanguíneo en energía utilizable. Además, durante este proceso se produce dióxido de carbono e hidrógeno. En conjunto, estos cambios afectan a la química general de la sangre y hacen que su nivel de pH disminuya.
Reacciones físicas humanas
– En concreto, la actividad física reduce el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, diabetes mellitus, osteoporosis, hipertensión arterial, obesidad y síndrome metabólico; mejora otros aspectos de la salud y la forma física, como la capacidad aeróbica, la fuerza muscular y ósea, la flexibilidad, la sensibilidad a la insulina y los perfiles lipídicos; y reduce el estrés, la ansiedad y la depresión.
– Los programas de actividad física diseñados específicamente para ello pueden mejorar los resultados psicosociales, como el autoconcepto, los comportamientos sociales, la orientación hacia los objetivos y, sobre todo, la autoeficacia. Estos atributos, a su vez, son importantes determinantes de la participación actual y futura en la actividad física.
– Para ser eficaz, la programación de la actividad física debe ajustarse a los cambios predecibles en el desarrollo de la capacidad de ejercicio y las habilidades motoras de los niños, que afectan a las actividades en las que pueden participar con éxito.
– Las sesiones frecuentes de actividad física a lo largo del día aportan beneficios a corto plazo para la salud mental y cognitiva, a la vez que proporcionan oportunidades para practicar habilidades y fomentar la confianza que promueven la participación continua en la actividad física.
Tiempo de reacción en los ejercicios de aptitud física
El tiempo de reacción es el último punto de los componentes de la aptitud física relacionados con la habilidad. Se refiere a la velocidad con la que un atleta responde a un estímulo externo. El tiempo de reacción se relaciona directamente con la agilidad, pero es un componente menor de la aptitud física.
El tiempo de reacción se relaciona con el rendimiento porque se utiliza con frecuencia en diversos escenarios deportivos. Desde el tenista que tiene que reaccionar al saque de su rival, hasta el velocista que responde a la pistola. El tiempo de reacción afecta al rendimiento, y cuanto mejor sea su tiempo de reacción, mejor será su rendimiento en determinadas situaciones (aunque como siempre esto es limitado).
Por ejemplo, un jugador de fútbol que tenga un tiempo de reacción más rápido será capaz de responder más rápido cuando su oponente intente ganarle. Otro ejemplo es el del jugador de cricket que reacciona a una ventaja en el cricket y realiza una buena captura en los slips. El tiempo de reacción se utiliza con frecuencia en muchos tipos de actuaciones, pero es el que más predice el rendimiento en las carreras de velocidad. Un tiempo de reacción rápido al pistoletazo de salida o al timbre puede marcar la diferencia en el otro extremo, especialmente si la carrera es reñida.
Ejemplos de tiempo de reacción en la aptitud física
“Se trata de un estudio impresionantemente amplio y eso por sí solo da a los resultados impacto y plausibilidad, pero hay que recordar que es un estudio observacional y transversal de medidas autoinformadas tanto de actividad como de salud mental. Esto significa que no podemos estar seguros, sólo a partir de estos resultados, de que el ejercicio sea bueno para la salud mental, pero el tamaño del estudio, el cuidadoso enfoque analítico adoptado por los autores y las demás pruebas ya disponibles lo hacen muy probable.
“Yo resumiría los resultados indicando que la actividad, y especialmente el ejercicio social y “consciente”, es bueno para la salud mental, pero que se puede hacer demasiado. Cada dos días durante 45-60 minutos podría ser lo óptimo. Ciertamente, los resultados sugieren que hacer ejercicio todos los días está asociado a una peor salud mental. Sospecho que todos conocemos a personas que parecen “adictas” al ejercicio y si esto empieza a repercutir en otros aspectos de la vida -como renunciar a las actividades sociales porque uno tiene que levantarse al amanecer para correr varios kilómetros- podría ser realmente malo para las personas.