Ejercicio durante el embarazo de 7 meses para un parto normal
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El ejercicio durante el embarazo tiene muchos beneficios y puede incluso ayudar a preparar su cuerpo para el parto. A continuación, te guiaremos por varios de estos ejercicios, compartiremos por qué cada uno de ellos es útil para el embarazo y el parto, y te explicaremos con precisión cómo hacerlos. Puedes hacer todos estos ejercicios en casa con un equipo mínimo.
Hacer ejercicio durante el embarazo puede reducir los dolores de espalda, el estreñimiento y la hinchazón; mejorar el sueño, la energía y el estado de ánimo, y potenciar tu salud en general. El ejercicio también es una buena forma de prepararse para el parto.
Aunque muchos tipos de ejercicio -como caminar, nadar, hacer pesas y ejercicios aeróbicos- son beneficiosos durante el embarazo, algunos ejercicios y estiramientos ayudan específicamente en el parto. A continuación te explicamos cómo pueden beneficiarte estos sencillos ejercicios y cómo hacerlos correctamente:
Caminar es una forma estupenda de aumentar tu resistencia y es un gran ejercicio cardiovascular que puede ser fácil para tus articulaciones. Hacia el final del embarazo, caminar puede ayudar a que el bebé descienda por gravedad y por el movimiento de vaivén de las caderas.
Ejercicio para un parto normal en el 9º mes con fotos
Los ejercicios físicos durante el embarazo, en contra de los mitos y creencias de que son perjudiciales, son útiles para la salud de la madre y aumentan la probabilidad de un parto normal. Realizados en la forma e intensidad adecuadas, hacer ejercicio durante el embarazo es realmente aconsejable.
El primer trimestre (tres meses iniciales) es el periodo más vulnerable y se aconseja a las madres que eviten cualquier actividad agotadora, que incluya levantar pesos pesados, ejercicios cardiovasculares extremos o de alta intensidad. Los ejercicios suaves están permitidos, pero sólo después de consultar al médico.
Caminar es necesario durante el embarazo, pero hay que evitar la marcha rápida. Ayuda a las embarazadas a ser más flexibles y evita los depósitos de grasa en el cuerpo. Lo adecuado es caminar al menos 30 minutos dos veces al día. Durante el primer trimestre, es habitual tener algunas náuseas, por lo que es muy aconsejable llevar una rutina de ejercicios ligeros. En el segundo trimestre, la madre se siente mejor, y esta es una fase perfecta para realizar ejercicios que ayuden a un parto fácil.
El segundo trimestre (13-27 semanas) o la fase de luna de miel es relativamente más fácil porque los síntomas de la sensación de vómito suelen desaparecer en este periodo. Los calambres abdominales son habituales y los movimientos del bebé se sienten con facilidad, ya que las contracciones uterinas se hacen frecuentes. Los entrenamientos en esta fase suelen ser seguros, pero es mejor hacerlos después de consultar con el médico.
Ejercicio pélvico para un parto normal
En primer lugar, debemos mencionar que probablemente no sea la mejor idea ir al gimnasio una vez que te quedes embarazada si nunca has ido antes. Si no se trata de un embarazo de alto riesgo, tu rutina de ejercicios debe seguir siendo la misma o ser un poco más ligera. Es un error común pensar que hacer ejercicio puede provocar un aborto. Los ejercicios cardiovasculares ligeros, como caminar o nadar, te ayudarán a desarrollar la resistencia que necesitarás durante el parto y también pueden reducir el riesgo de tener una cesárea o un recién nacido con un peso anormalmente alto.
Bonificación: Mantener una postura correctaComo tu centro de gravedad se desplaza durante el embarazo, resulta muy difícil mantener una buena postura. La mejor manera de solucionarlo es practicar la postura cerca de una pared, de modo que la parte posterior de la cabeza, los hombros, los glúteos, las pantorrillas y los talones toquen la pared. Otra buena manera es fortalecer los músculos centrales haciendo planchas con regularidad.
Ejercicio para el embarazo de 8 meses para un parto normal
Se cree que el ejercicio moderado no afecta a la cantidad o la calidad de la leche materna, ni al crecimiento del bebé. Si estás dando el pecho, es importante que te mantengas hidratada. Ten a mano una botella de agua durante el entrenamiento y bebe mucho líquido a lo largo del día.
Si el ejercicio vigoroso es una prioridad durante los primeros meses de lactancia, considera la posibilidad de alimentar a tu bebé antes de entrenar o de extraer la leche antes de entrenar y alimentar a tu bebé con la leche materna extraída después. Otra posibilidad es hacer primero el ejercicio y luego ducharse, extraer unos mililitros de leche materna y, al cabo de media hora o una hora, ofrecerle el pecho.
Si tuviste un embarazo sin complicaciones y un parto vaginal, generalmente es seguro empezar a hacer ejercicio unos días después del parto o tan pronto como te sientas preparada. Si has tenido una cesárea, una reparación vaginal extensa o un parto complicado, habla con tu proveedor de atención médica sobre cuándo empezar un programa de ejercicios.
Para la mayoría de las mujeres sanas, el Departamento de Salud y Servicios Humanos recomienda al menos 150 minutos semanales de actividad aeróbica de intensidad moderada -preferiblemente repartida a lo largo de la semana- después del embarazo. Ten en cuenta estas pautas: