Etapas de curación del hueso
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El médico puede recomendar una técnica denominada estimulación ósea, que utiliza una corriente eléctrica de bajo nivel o ultrasonidos pulsados de baja intensidad para ayudar a acelerar el ritmo de curación del hueso. Se administra en la consulta del médico o en el Centro de Curación Ósea de la NYU Langone. En la estimulación ósea electrónica, el médico coloca uno o varios pequeños electrodos -discos planos que se adhieren a la piel y conducen la electricidad- sobre la piel, cerca del hueso fracturado. Esta técnica pone en marcha el proceso de curación engañando al cuerpo para que piense que se ha producido una lesión. Esta técnica pone en marcha el proceso de curación engañando al cuerpo para que piense que se ha producido una lesión, y el cuerpo produce proteínas que comienzan a reparar las células en el lugar de la lesión. El médico determina el horario adecuado en función del diagnóstico. Para realizar la estimulación ósea por ultrasonidos, el médico aplica un gel sobre la piel que ayuda a conducir las ondas sonoras de alta frecuencia. Los ultrasonidos mejoran la cicatrización ósea al favorecer la incorporación de calcio en el hueso y estimular ciertas proteínas que intervienen en el proceso de cicatrización. La estimulación ósea con ultrasonidos suele prescribirse durante 20 minutos al día.
Complementa la cicatrización ósea
Paciente varón de 19 años con una no-unión infectada tras el enclavado intramedular de una fractura abierta de tibia. (A). Radiografías anteroposteriores (AP) y laterales de la tibia que ilustran la osteólisis (flecha blanca) secundaria a la infección. El paciente fue sometido a la extracción del clavo, a un amplio desbridamiento y a una reconstrucción del defecto óseo en dos fases, utilizando la técnica de membrana inducida para la regeneración ósea (técnica de Masquelet). (B) Imágenes intraoperatorias que muestran: (1) un defecto de 60 mm en la tibia (flecha negra) en la segunda fase de la intervención; (2) se proporcionó una estabilidad mecánica adecuada con una fijación interna (placa de bloqueo) que hacía de puente con el defecto, mientras se mantenía la longitud (flecha negra); (3) se proporcionó la máxima estimulación biológica mediante un injerto óseo autólogo extraído del canal femoral (flecha negra, derecha), células madre mesenquimales de médula ósea (flecha rota, izquierda) y el factor osteoinductor proteína morfogenética ósea-7 (centro); (4) se colocó el injerto para rellenar el defecto óseo (flecha negra). (C) Imágenes fluoroscópicas intraoperatorias que muestran el defecto óseo tras la fijación. (D) Radiografías AP y laterales postoperatorias a los 3 meses, que muestran la evolución del proceso de regeneración ósea con una incorporación y mineralización satisfactorias del injerto (fotografías por cortesía de PVG).Imagen a tamaño completo
Regeneración ósea: conceptos actuales y direcciones futuras
El ácido hialurónico (AH) está ampliamente distribuido en el cuerpo humano y está muy implicado en muchas funciones fisiológicas como la hidratación de los tejidos, la reparación de heridas y la migración celular. En los últimos años, el AH y sus derivados se han utilizado ampliamente como polímeros bioactivos avanzados para la regeneración ósea. Se han desarrollado muchos productos médicos que contienen AH porque se ha demostrado que este polímero natural no es tóxico, no es inflamatorio, es biodegradable y es biocompatible. Además, los andamios compuestos a base de AH han demostrado tener un buen potencial para promover la osteogénesis y la mineralización. Recientemente, se han fabricado muchos biomateriales basados en HA para la regeneración ósea mediante la combinación con la tecnología de electrospinning y de impresión 3D. En esta revisión, se resumen las estructuras, el procesamiento, las propiedades y las aplicaciones de los polímeros en la ingeniería del tejido óseo. También se discuten los retos y perspectivas de los polímeros de HA.
Como biopolímero de cadena larga en solución, el AH puede aparecer como una estructura de bobina aleatoria reforzada con un gran volumen de hidratación, formando una sustancia rígida, viscosa y parecida a la gelatina por la interacción de cada molécula con sus vecinas [25]. La HA es polidispersa en solución y puede restringir el acceso de otras macromoléculas a su dominio, lo que demuestra los efectos de volumen excluido de la HA. Muchos estudios actuales han demostrado que los enlaces de hidrógeno entre sacáridos adyacentes restringen la rotación del enlace glicosídico y contribuyen a la rigidez de la cadena de AH [26,27]. Por lo tanto, el AH forma una red dinámica, que puede permitir que las moléculas de bajo peso molecular penetren libremente y restringir los movimientos de otras macromoléculas de alto peso molecular [25]. Las soluciones de AH en condiciones fisiológicas son altamente viscoelásticas, y las cadenas individuales de AH permanecen móviles. Por lo tanto, la HA puede formar estructuras de orden superior mediante interacciones o combinaciones con otras proteínas.
¿Cuánto tiempo tardan los huesos en sanar?
La mayoría de nosotros se ha roto o se romperá un hueso en algún momento. Todos sabemos que un hueso roto puede retrasarnos y frenarnos. No hay nada más frustrante que un largo proceso de curación mientras anhelamos volver a nuestras rutinas diarias y actividades favoritas. Asegurarse de que el hueso se cura de forma segura y adecuada es el trabajo número uno de su ortopedista. Sin embargo, hay algunas medidas que se pueden tomar para acelerar de forma segura la curación de un hueso roto, y un programa de fisioterapia de alta calidad y adecuado a la lesión ocupa un lugar destacado en la lista.
Según la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos, el plazo depende de la edad del paciente y del tipo y localización de la fractura. La curación puede oscilar entre 6 semanas, o incluso menos, en el caso de ciertas fracturas de brazo y muñeca, y 6 meses en el caso de fracturas de pierna más complicadas.
La circulación es esencial para la reparación de los huesos, por lo que mantener la sangre fluyendo a través del ejercicio ayuda a la curación de los huesos. Esta es una de las razones por las que la fisioterapia es tan importante para promover una curación segura y rápida. El ortopedista y el fisioterapeuta trabajarán juntos para crear un programa que le ayude a curarse y a recuperar la fuerza y la amplitud de movimiento.