Por qué calentar antes del ejercicio
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Un calentamiento adecuado tiene una serie de componentes clave muy importantes. Estos componentes, o partes, deben trabajar todos juntos para preparar al individuo para el rendimiento deportivo y minimizar la probabilidad de lesiones deportivas por la actividad física.
No se debe subestimar la importancia de una rutina de calentamiento estructurada cuando se trata de prevenir lesiones deportivas. Un calentamiento adecuado tiene una serie de elementos clave muy importantes. Estos elementos, o partes, deben funcionar todos juntos para minimizar la probabilidad de lesiones deportivas por la actividad física. Para saber más, ¡sigue mirando!
¿POR QUÉ CALENTAR? El calentamiento previo a cualquier actividad física aporta una serie de beneficios, pero el objetivo principal del calentamiento es preparar el cuerpo y la mente para una actividad extenuante. Una de las formas de conseguirlo es aumentando la temperatura central del cuerpo, al tiempo que se incrementa la temperatura muscular. Al aumentar la temperatura de los músculos, se contribuye a que éstos estén más sueltos, flexibles y dúctiles. Un calentamiento eficaz también tiene el efecto de aumentar el ritmo cardíaco y la frecuencia respiratoria. Esto aumenta el flujo sanguíneo, que a su vez incrementa el suministro de oxígeno y nutrientes a los músculos que trabajan.
Ejercicios de calentamiento
Un calentamiento adecuado tiene una serie de componentes clave muy importantes. Estos componentes, o partes, deben trabajar todos juntos para preparar al individuo para el rendimiento deportivo y minimizar la probabilidad de lesiones deportivas por la actividad física.
No se debe subestimar la importancia de una rutina de calentamiento estructurada cuando se trata de prevenir lesiones deportivas. Un calentamiento adecuado tiene una serie de elementos clave muy importantes. Estos elementos, o partes, deben funcionar todos juntos para minimizar la probabilidad de lesiones deportivas por la actividad física. Para saber más, ¡sigue mirando!
¿POR QUÉ CALENTAR? El calentamiento previo a cualquier actividad física aporta una serie de beneficios, pero el objetivo principal del calentamiento es preparar el cuerpo y la mente para una actividad extenuante. Una de las formas de conseguirlo es aumentando la temperatura central del cuerpo, al tiempo que se incrementa la temperatura muscular. Al aumentar la temperatura de los músculos, se contribuye a que éstos estén más sueltos, flexibles y dúctiles. Un calentamiento eficaz también tiene el efecto de aumentar el ritmo cardíaco y la frecuencia respiratoria. Esto aumenta el flujo sanguíneo, que a su vez incrementa el suministro de oxígeno y nutrientes a los músculos que trabajan.
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Antes de subirte a la máquina elíptica o salir a correr, considera la posibilidad de hacer un breve calentamiento. Y piensa en seguir tu entrenamiento con una rápida sesión de enfriamiento. Es cierto que el calentamiento y el enfriamiento pueden añadir unos minutos a tu rutina de ejercicios, pero también pueden reducir la tensión en tu corazón y otros músculos.
El calentamiento ayuda a preparar el cuerpo para la actividad aeróbica. El calentamiento acelera gradualmente el sistema cardiovascular al aumentar la temperatura corporal y el flujo sanguíneo hacia los músculos. El calentamiento también puede ayudar a reducir el dolor muscular y disminuir el riesgo de lesiones.
El enfriamiento después del entrenamiento permite una recuperación gradual de la frecuencia cardíaca y la presión arterial previas al ejercicio. El enfriamiento puede ser más importante para los atletas de resistencia de competición, como los maratonistas, porque ayuda a regular el flujo sanguíneo. El enfriamiento no parece ayudar a reducir la rigidez y el dolor muscular después del ejercicio, pero se necesita más investigación.
Aunque existe controversia sobre si el calentamiento y el enfriamiento pueden prevenir las lesiones, un calentamiento y un enfriamiento adecuados suponen poco riesgo. Además, parecen dar al corazón y a los vasos sanguíneos la oportunidad de entrar y salir de una sesión de ejercicio. Así que, si tienes tiempo, considera la posibilidad de incluir un calentamiento y un enfriamiento en tu rutina de entrenamiento.
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Pero, si dedicaras sólo 10 minutos a engrasar las articulaciones y a activar los músculos clave, esas sentadillas serían una historia diferente. Se verían mejor, se sentirían mejor y estarías seguro de levantar cargas más pesadas.
Es útil pensar en el calentamiento como “preparación del movimiento”. Eso es lo que estás haciendo. Prepararás tu cuerpo para los movimientos que has planeado. Pondrá a tu cuerpo en un estado físico óptimo. Estará preparado y listo para machacar el entrenamiento y evitar posibles lesiones.
El trabajo aeróbico ligero aumenta el ritmo cardíaco y eleva la temperatura central. Los músculos calientes son más flexibles. Por lo tanto, es menos probable que se produzcan lesiones en los tejidos blandos. Y responderás mejor a los estiramientos dinámicos del paso 3.
3-5 minutos de actividad cardiovascular, preferiblemente de carácter repetitivo: correr en la cinta, la elíptica, la bicicleta, el remo, saltar… lo que prefieras. Si corres o vas en bicicleta al gimnasio y ya estás “caliente”, no dudes en saltarte este paso.
Este paso no es en absoluto obligatorio, pero si tienes los músculos tensos y tienes problemas de movilidad, la liberación de tejidos blandos puede ayudarte. Es un método muy eficaz para reducir la tensión muscular. Esto puede mejorar inmediatamente el rango de movimiento. También prepara los músculos para el estiramiento.