División del entrenamiento anterior y posterior
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Antes de hablar de los subsistemas individuales, es importante repasar rápidamente las sinergias musculares. Uno de los conceptos más importantes cuando se habla del movimiento humano es que los músculos son reclutados por el sistema nervioso como grupos conocidos como sinergias musculares. Rara vez los músculos trabajan de forma aislada.
Esto simplifica el movimiento al permitir que los músculos y las articulaciones funcionen como una unidad cohesiva. El movimiento de las articulaciones se debe a que los músculos tiran de los huesos. Dado que los músculos se reclutan como sinergias, varios músculos transmitirán fuerza sobre sus respectivos huesos, creando movimiento en las articulaciones. Por ejemplo, durante el simple acto de extensión del hombro, el dorsal ancho, el teres mayor y el deltoides posterior trabajan juntos como una unidad cohesiva para realizar el patrón de movimiento.
Al examinar el sistema muscular más de cerca, las investigaciones de Bergmark (1) propusieron que existen dos sistemas distintos, aunque interdependientes, que permiten a nuestro cuerpo distribuir las fuerzas de forma eficaz. Estos sistemas incluyen el sistema muscular local, también conocido como sistema de estabilización, y el sistema muscular global, a menudo denominado sistema de movimiento.
Cadena posterior
Con la cadena posterior siendo tan glorificada últimamente en la industria del fitness, siento como si algunos hubieran olvidado el reconocimiento de la cadena anterior. En este artículo, hablaremos de las diferencias y de cómo entrenar ambas.
La anatomía es interesante. Tenemos tantos grupos musculares diferentes que vienen con sus propias funciones para diferentes propósitos. El propósito de la cadena posterior es sostenernos y contrarrestar la gravedad. Los dorsales, junto con los retractores escapulares y los manguitos rotadores, son los responsables de nuestra postura. Evitan que nos desplomemos completamente hacia delante. Los glúteos y los isquiotibiales se encargan de sostener nuestro cuerpo durante las tareas diarias, por ejemplo, al estar de pie, entrenar, etc., produciendo la extensión de la cadera, la abducción y la rotación externa.
La cadena anterior también desempeña un papel importante. Por ejemplo, los cuádriceps son importantes para la extensión de la rodilla y para controlar la flexión de la misma. La mayoría de los deportes están dominados por la parte delantera, como el fútbol, el baloncesto y el tenis. Esto significa que todos ellos requieren la capacidad de cambiar de dirección con frecuencia. Además de la cadena anterior, un núcleo fuerte es importante para la estabilidad básica.
Cadena anterior deutsch
El músculo tibial anterior es un músculo del ser humano que se origina a lo largo de los dos tercios superiores de la superficie lateral (exterior) de la tibia y se inserta en el hueso cuneiforme medial y en el primer metatarsiano del pie. Actúa para dorsiflexionar e invertir el pie. Este músculo se localiza principalmente cerca de la espinilla.
Está situado en la cara lateral de la tibia; es grueso y carnoso por encima, y tendinoso por debajo. El tibial anterior se superpone a los vasos tibiales anteriores y al nervio peroneo profundo en la parte superior de la pierna.
Pasa por los compartimentos más mediales de los ligamentos transverso y cruzado de la crural. Se inserta en la superficie medial y subyacente del hueso cuneiforme medial y en la base del primer hueso metatarsiano[2].
El músculo tibial anterior es el músculo más medial del compartimento anterior de la pierna. Es responsable de la dorsiflexión y la inversión del pie, y es el mayor dorsiflexor del pie[1]. El músculo tiene dos orígenes, uno en el cóndilo lateral de la tibia y otro en la superficie lateral superior de la tibia, y se inserta en la superficie medial del cuneiforme medial y en la parte adyacente de la base del primer metatarsiano del pie, lo que permite tirar del dedo hacia arriba y mantenerlo en posición de bloqueo. También permite que el tobillo se invierta dando un movimiento horizontal al tobillo que permite una cierta amortiguación si el tobillo fuera a rodar. Está inervado por el nervio peroneo profundo y actúa como antagonista y sinergista del tibial posterior. Sin embargo, el antagonista más preciso del tibial anterior es el peroneo largo. El tibial anterior ayuda en las actividades de caminar, correr, ir de excursión, patear una pelota o cualquier actividad que requiera mover la pierna o mantenerla vertical. Su función es estabilizar el tobillo cuando el pie toca el suelo durante la fase de contacto de la marcha (contracción excéntrica) y actúa después para separar el pie del suelo durante la fase de impulsión (contracción concéntrica). También funciona para “bloquear” el tobillo, como en el caso de patear una pelota, cuando se mantiene en una contracción isométrica.
Ejercicios de la cadena posterior
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La cadena posterior es un grupo de músculos de la parte posterior del cuerpo. Algunos ejemplos de estos músculos son los isquiotibiales,[1] el glúteo mayor,[1] el grupo muscular de los erectores espinales[1], el trapecio y los deltoides posteriores.
Los principales ejercicios para desarrollar la cadena posterior son los levantamientos olímpicos, las sentadillas,[1] las buenas mañanas, los remos inclinados, los deadlifts,[1] las dominadas y las hiperextensiones. El denominador común entre muchos de estos movimientos es el enfoque en la extensión de la cadera, excluyendo los remos inclinados y las dominadas. También es importante trabajar los isquiotibiales.