Estamos en temporada de rebajas y aunque no todo el mundo sea capaz de reconocerlo, yo debo decir que me muero por una ganga.

Nada me produce mayor satisfacción que aquello que compré a la mitad de su precio, sobre todo si resulta que luego es un acierto.

Sin embargo, debo decir que, como casi cualquier hijo de vecino, caigo en la trampa de las rebajas una y mil veces cada año, y sólo por presumir del descuentazo de esto o aquello, acabo llevándomelo a casa sin saber luego para qué me va a servir.

Por eso he decidido que, como es tan difícil sucumbir al encanto de las rebajas, voy a establecer un decálogo de la buena compradora de rebajas para que tú, lectora, tomes buena nota y al final te quedes con lo merece la pena y deseches todo lo demás.

A saber:

  1. Compra sólo prendas clásicas: las que son muy de temporada ya casi han pasado de moda en el momento en el que llegan las rebajas.
  2. Invierte en buenas marcas: comprarse “trapitos” en las gangas da mucha satisfacción en el primero momento, pero lo que genera hasta orgullo pasado el tiempo es tener en el armario una de esas prendas impagables a las que se pudo acceder gracias a las rebajas.
  3. Tómate tu tiempo: No se trata de comprar todo lo que puedas en el menor tiempo posible sino de elegir adecuadamente entre toda la oferta que tienes ante ti.
  4. Cerciórate de que los productos por los que apuestas están verdaderamente rebajados y que no han sido –aunque sea ilegal- “especialmente” creados para las rebajas.
  5. Vete sola, mejor que acompañada: en compañía se suele comprar más y mucho menos al gusto verdadero de cada cual.
  6. Llévate sólo el dinero que puedes gastar, e incluso resístete a usar la tarjeta si puedes hacerlo. Así conseguirás que sea exclusivamente el dinero que te sobra, el que destinas a las rebajas y no tendrás que arrepentirte luego de no poder pagar los gastos habituales.
  7. Haz una lista de las cosas que necesitas…¡y no te salgas de ella!: a todo le podemos inventar un uso aunque no lo tenga.
  8. No compres para los demás y mucho menos sin consultárselo. Puede ser que no les guste y te quedes con lo comprado .
  9. No entres en tiendas que no te gustan por mucho que sus carteles de descuento sean tan llamativos como irresistibles.
  10. Y por último: date un caprichito, nena, que tú no sólo vales mucho, como decía áquel sino que además te lo mereces. Además, si no te lo das ahora en rebajas, ¿cuándo lo harás.
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Espero que con estos consejos para comprar en rebajas y, como se ve, perfectamente aplicables, seáis muchas las que disfrutéis tanto como yo de una buena ganga.

Sobre todo porque no hay nada más inteligente y satisfactorio, y más en estos tiempos de crisis. Así que, queridas amigas, ¡felices rebajas!