Cocción al vapor, esteatita, piedra de lava, tagine… hay tantos métodos de cocción como cocinas en todo el mundo. Puede suceder, entonces, en una sociedad cada vez más multiétnica como la nuestra, cocinar cous cous en el microondas y quizás poner una cassoeula humeante en el tagine marroquí. Pero, ¿qué pasa cuando la comida va directamente al lavavajillas?

Cocinar y ahorrar con el lavavajillas

Ocurre que ahorras e incluso mucho, porque el lavavajillas utiliza la energía que suele utilizar para lavar nuestros platos empapados en salsa de tomate mineralizada para cocinar también los alimentos. El vapor que libera nuestro confiable aparato durante el lavado se puede utilizar para cocinar carne, pescado o mariscos, pero también frutas y verduras herméticamente selladas en bonitos aguiluchos de cristal. El mérito de esta feliz intuición es de Lisa Casali, bloguera de comida ecológica, como le gusta definirse a sí misma y autora del exitoso libro Cocinando en el lavavajillas (2011, Gribaudo Editore).

Las ventajas de la cocción a baja temperatura.

Son obvios y múltiples, pero además de beneficiar la salud, el medio ambiente y tu billetera, serán tus sentidos y los de tus invitados los que te lo agradezcan. A través de este innovador método de cocción, los alimentos mantendrán sus propiedades nutricionales, sobre todo su aroma original que se irá soltando sobre la mesa nada más abrir el tarro. Sin mencionar la importante ventaja de tener que limpiar el horno una vez menos …

Quizá te interese  Historia de los Befana y los Magos

Reglas y consejos para una cocina perfecta.

Es importante, para que los alimentos no entren en contacto con el detergente, que los frascos y bolsas de vacío estén herméticamente cerrados y además se deben respetar unas sencillas reglas. Por ejemplo, las verduras más duras, como las zanahorias y los calabacines, son aptas para un ciclo intenso o pueden precocerse con un programa Eco a baja temperatura y luego saltearse en una sartén o wok.

Solo queda probar un plato propuesto por la bloguera de comida ecológica Lisa Casali: Albanella con berberechos, almejas y almejas con azafrán.