Dolencias estacionales

Con el inicio del otoño, aparecen las dolencias estacionales: congestión nasal, dolor de garganta o, peor aún, las primeras epidemias de gripe. El otoño puede ser renombrado, por desgracia, como la temporada de resfriados y gripe. Sobre todo porque las temperaturas, en octubre, no se asentaron bien entre frío y calor, provocando cambios significativos de temperatura.
Todos conocen los síntomas de la gripe: dolor de cabeza, tos, fiebre, dolores musculares y articulares, astenia.

Niños y dolencias estacionales

Con octubre y noviembre llega el momento de fortalecer el sistema inmunológico de los niños y prevenir la sinusitis, bronquitis, amigdalitis. Una buena solución proviene de los tratamientos de spa. Este método natural, además de no ser invasivo y estar libre de contraindicaciones, ayuda a los niños a prevenir la aparición de enfermedades estacionales. Puede elegir entre ciclos de tratamientos de inhalación, ventilación pulmonar, tratamientos de barro y baños terapéuticos; hay cursos diseñados específicamente para niños.
Una buena idea es tomar un suplemento para prevenir enfermedades estacionales (en la cavidad bucal, intestinos y con un fortalecimiento del sistema inmunológico) de forma natural y eficaz, como A propósito (Immuno3Defens e Immuno3Defens Junior).

Si la gripe ya ha afectado incluso antes de que la prevención tuviera sus efectos beneficiosos, papá y mamá pueden seguir algunas pautas prácticas:

  • las tres L: cama, lana y leche, los remedios más sanos y eficaces, así como dibujos animados que acompañan;
  • no a solicitudes como refrigerios ricos en calorías. Solo manzanas, plátanos, sopas e ingredientes ligeros;
  • los abrazos. No se preocupen, adultos, la gripe, si les toca no pueden hacer nada al respecto;
  • el agua. Los niños con gripe tienen que beber mucho, depende de usted recordárselo;
  • aire y humidificador. ¡Cambiar el aire en las habitaciones es imprescindible! Después del cambio de aire durante unos minutos, encienda el humidificador y vierta unas gotas de aceite balsámico.
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Cómo prevenir las dolencias estacionales

Si crees que el cambio de estación equivale solo a un cambio de vestuario, te equivocas, también y sobre todo la comida es la que cambia.
Abunda con Vitamina C, su función antigripal y antioxidante estimula la actividad de los glóbulos blancos.

¿Qué alimentos, además de los cítricos, contienen vitamina C? Kiwi, papaya, pimientos verdes, zanahorias, rúcula, diente de león, col lombarda, hojas verdes de puerros y cebolletas, rosal fresca.
Las coles de Bruselas, pertenecientes a la familia de las crucíferas (o brassicas), contienen incluso más vitamina C que las naranjas.

Además de C, una buena dieta inmunoestimulante también incluye la intervención de vitaminas B. Se encuentra en cereales integral, en legumbres, en gérmenes de trigo, en verduras, en semillas oleaginosas. Siempre entre los inevitables, contra la gripe, están los sales minerales: hierro, zinc, selenio, cobre. Basta con consumir regularmente atún, arenque, ostras, mariscos, brócoli, cebolla, repollo, tomate, champiñones, higos secos.

Remedios naturales para las dolencias estacionales.

Sabía usted queajo ¿Es un antibiótico potente? Contiene inhibina, su sabor no será el más delicado, especialmente en las relaciones sociales, pero el ajo puede combatir eficazmente bacterias, virus, parásitos y hongos. La cariño también tiene excelentes propiedades antibacterianas, una cucharadita al día es suficiente.
No acaba aquí, la naturaleza nos ha proporcionado varios remedios: eleucalipto tiene propiedades antipiréticas, antisépticas y expectorantes; allí propóleos es capaz de actuar contra 28 cepas bacterianas.

Cómplice de una buena respuesta inmune es también la ingesta de algunas sustancias como la papaya fermentada; semillas de pomelo que actúan sobre cientos de cepas de bacterias, virus, hongos y parásitos; el hongo Shitake, muy popular en China y Japón.
Se debe realizar una discusión separada para elequinácea, una planta herbácea, con propiedades beneficiosas, originaria de América del Norte y utilizada por los indios. La raíz de equinácea tiene una composición muy compleja: equinacósido, que actúa como antibiótico; ácido cafeico, con propiedades antivirales; aceites esenciales (más de veinte componentes) con acción inmunoestimulante; poliacetilenos que realizan la función de bactericidas y fungicidas, varios flavonoides. La equinácea puede acelerar el proceso de curación. El mayor riesgo se debe a alguna alergia: quienes no toleran el polen o padecen fiebre del heno deben hacerse pruebas antes de tomarlo.

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