Hoy os vamos a hablar de una receta realmente suculenta y bastante fácil de hacer, aunque no muy rápida. Es un plato de linguini (o espaguetis) aderezado con marisco y salsa de tomate, cocido al horno en una fuente para horno cubierta con masa fermentada, un auténtico manjar.

¿El mejor momento? Cuando abres la corteza y saboreas el delicioso aroma que te recordará las vacaciones y ese pequeño rincón cerca del puerto al que solías ir a almorzar de vez en cuando. Pero tampoco hay que subestimar la conclusión, en la sartén quedará mucha salsa y aquí entrará en escena el pan que usaste como tapa. No hace falta decir que en este caso el zapato es obligatorio.

La única dificultad estará en elegir el momento adecuado para verter la pasta para que pueda terminar de cocinarse en el horno sin que se cocine demasiado ni quede demasiado al dente. Pero no te preocupes, sigue nuestra receta y obtendrás un plato que seguro te hará lucir preciosa.

Nuestra versión de linguini con marisco se puede sustituir fácilmente por otra de tu agrado, lo importante es que la salsa sea lo suficientemente líquida para permitir que la pasta se cocine en el horno.

Ingredientes

Índice de Contenidos

  • 300 gramos de linguini
  • 200 gramos de salsa de tomate
  • 8 sepia
  • 8 langostinos
  • 400 gramos de mejillones limpio
  • 300 gramos de almejas
  • 2 cucharadas de perejil picado
  • 1 vaso de vino blanco seco
  • 700 gramos de masa de pan con levadura

Preparación

  1. Limpiar el marisco poniendo las almejas en agua con sal un par de horas antes y quitando el filete que sale de la cáscara de los mejillones. Lavar bien las gambas y la sepia. Cortar la sepia en rodajas pequeñas.
  2. En una sartén bastante grande calentar un chorrito de aceite, luego verter la sepia y las gambas, cocinarlas un poco, luego licuar con el vino blanco y, cuando este se haya evaporado, agregar la salsa de tomate, sal; también puedes agregar sabores a tu gusto. Continúe cocinando por unos minutos, luego apague y espolvoree el perejil picado.
  3. En otra sartén grande, cuece los mejillones y las almejas hasta que las conchas estén completamente abiertas. Mientras tanto, cuece la pasta en abundante agua hirviendo con sal; reservar dos cucharones de agua de cocción y verterlo cuando hayan alcanzado los dos tercios del tiempo de cocción indicado en el paquete.
  4. En este punto agregue la pasta a la salsa y mezcle bien, luego distribúyala en cuatro platos refractarios para que en cada uno haya más o menos la misma cantidad de salsa; añade también el agua de cocción de los mejillones y el agua de la pasta que habías reservado. Coge la masa de pan y tira de ella con las manos de forma que tengas cuatro discos para tapar cada uno de los recipientes. Sellar los platos refractarios con la masa de pan y terminar de cocinar en un horno caliente a 200 ° durante veinte minutos (aproximadamente, según el horno).
  5. Por supuesto, también se puede optar por servir una sola sartén grande, pero de esta manera todos se ven privados del sabor de romper la corteza de pan que se forma con la cocción.
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