El pan toscano, también llamado pan sin sal o “pan tonto”, no tiene sal. De hecho, el sabor suave va bien con la cocina toscana rica en sal y sabores. Tiene una corteza crujiente de color marrón rojizo, mientras que el interior de la miga es suave, pero no esponjoso. Es la base perfecta para un excelente aperitivo. Se puede servir con embutidos como el sabroso jamón toscano crudo o el sabroso pecorino picante. También puedes acompañarlo con sabrosas sopas, como ribollita, pappa al pomodoro o puedes usarlo como base para los típicos panzanella.

También resulta muy apetecible en forma de picatostes, o pequeñas rebanadas de pan a la plancha o frito. Los picatostes quedan muy bien con paté de hígado de pollo, paté de aceitunas o la base de la famosa bruschetta con aceite de oliva, ajo, tomate y albahaca fresca. La falta de sal tiene raíces históricas. Alrededor del siglo XII, debido a la pugna entre las ciudades de Pisa y Florencia, la república marítima detuvo el comercio de sal en el interior y por esta razón los campesinos preparaban su pan sin sal. Hoy esta tradición se ha mantenido, aunque ahora en algunos pueblos de la Toscana el pan está ligeramente salado. Puedes añadir una cantidad mínima de sal (unos 5 g), según tu gusto y la combinación más o menos sabrosa que elijas.

  • Rendimiento: 8 (8 personas atendidas)
  • Dificultad: Fácil
  • Preparación: 3 horas 0 minutos
  • Cocinar: 40 minutos
  • Cocina: italiana

Ingredientes

Índice de Contenidos

  • 500 gramos de harina de Manitoba rico en gluten
  • 260 militros de agua tibio, alrededor de 45 grados
  • 25 gramos de levadura de cerveza fresca 1 cubo
  • 5 gramos de azúcar igual a una cucharadita
  • 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
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Preparación

  1. En un vaso pequeño disolver el azúcar y la levadura en unos 100 ml de agua. El azúcar es un verdadero “alimento” para la levadura.
  2. En otro vaso con la cantidad restante de agua mezcle bien el aceite.
  3. En un recipiente de vidrio grande vierte el líquido que contiene el azúcar y la levadura. Agrega la mitad de la harina. Mezclar bien hasta obtener una masa suave.
  4. Continúe agregando la harina restante y el agua que contenga aceite de oliva. Forma una bola de apariencia suave.
  5. Retirar la masa del bol y trabajar sobre una superficie espolvoreada con un poco de harina, amasando a mano durante unos 10 minutos. No agregue harina en grandes cantidades para no endurecer la masa.
  6. Vuelva a poner la masa en un bol de vidrio y déjela reposar durante unos 20 min. cubriendo con un paño de algodón. Déjelo subir en un lugar protegido de cualquier corriente de aire caliente y con una temperatura de unos 30 ° C.
  7. Transcurrido el tiempo, amase la masa sobre una superficie de trabajo enharinada unas diez veces.
  8. Formar una hogaza sin manipularla demasiado, cubrir con un poco de harina y colocar en una bandeja de horno rectangular previamente cubierta con papel vegetal. Dejar reposar unas 2 horas cubierto con una toalla de algodón. La temperatura ambiente es muy importante.
    9. Precalentar el horno a 180 ° C.
  9. Hornee en el horno durante 15-20 minutos hasta que estén doradas.
  10. Retirar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla.
  11. Nota: Si prefiere pan ligeramente salado, puede agregar 5 g (1 cucharadita) de sal fina a la harina.
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