Las 7 etapas del amor
Los socios están entusiasmados por encontrarse. Señalan todas las similitudes que han encontrado entre ellos y las exageran: “A ella le gusta el verde… ¡a mí también! Realmente es el amor de mi vida”. … ¡y pasar por alto las diferencias!
Las armas típicas de las luchas de poder son: la crítica destructiva, la culpabilización, el chantaje, el ultimátum, la manipulación, el despecho, los intentos de herir (inconscientemente, por supuesto) a la pareja para hacérselo pagar, el ataque al otro para conseguir justicia por la decepción que se vive.
Muchas personas, agotadas por estas luchas desesperadas, se separan. Ni que decir tiene que si se vuelven a enamorar, lo más probable es que tengan que retomar las luchas de poder donde las dejaron.
Los miembros de la pareja reconocen que tienen necesidades que no pueden ser satisfechas dentro de la pareja. Como resultado, vuelven a buscar a los amigos y familiares que habían descuidado durante las fases de Idilio y Lucha por el Poder.
La vida en pareja
Al vivir en pareja, te acostumbras a hacer planes que siempre incluyen a la otra persona, a imaginar el futuro en pareja. Una pareja llena tu vida con sus gestos y sus formas de expresarse que, con el tiempo, al menos un poco, se convierten en las tuyas.
Cómo saber si estás en esta fase ¿Te sientes como si estuvieras viviendo un mal sueño? ¿Cree que está pasando por una crisis momentánea? ¿Que sus sentimientos por ti no se han desvanecido para siempre? Entonces estás en negación. ¿Otros ejemplos prácticos? El consumo excesivo de alcohol, las relaciones sexuales ocasionales, el exceso de trabajo, el abuso de drogas o la medicación psicotrópica son también comportamientos que implican un intento de eliminar la pérdida.
Aceptar el abandono significa reconocerlo, sabiendo que es posible tener nuevas y felices experiencias. No excluye necesariamente la nostalgia, el echar de menos a la persona que has perdido o el quitarte el dolor que has experimentado.
Las 27 fases del amor
Según el neurofisiólogo Jean Didier Vincent[13] “Junto al cerebro neuronal… existe un verdadero cerebro humoral que modifica continuamente el funcionamiento del primero en todas sus estructuras…; un cerebro indeterminado y vaporoso, responsable de la parte afectiva y pasional del individuo”. El cerebro, capaz de segregar neurohormonas específicas, genera un estado de deseo incesantemente fluctuante, capaz de motivar tanto el deseo inmediato como la acción pasional programada, de ahí el enamoramiento.
El enamoramiento también suele provocar cambios en el organismo humano, con el objetivo instintivo de acercar a los dos individuos. De hecho, tanto en los individuos masculinos como en los femeninos se producen ciertos cambios hormonales, positivos en el caso del amor correspondido, negativos en el caso del amor no correspondido (ansiedad, estrés).
Las bases de una relación
Pero para que las relaciones tengan éxito a largo plazo, el amor romántico tiene que convertirse en otro tipo de amor. Las etapas de amor que siguen no tienen los mismos sentimientos que al principio, pero crecen hasta alcanzar un nivel de confianza y comodidad.
La palabra amor significa diferentes cosas para diferentes personas. Para algunas personas, puede que no haya diferencia entre estos dos dichos. Así que la reflexión final sería no leer demasiado en estas palabras. Si te preguntas qué significa para la persona que lo dice, pregúntale.